Con títeres, blues, jazz y gospel se recrea un viaje visual y musical a partir de un extracto de la vida de la cantante, compositora y activista Nina Simone, quien enarboló una persistente lucha contra la discriminación racial.

Es la obra Canta, Nina, escrita por Omar Esquinca y dirigida por Andrea Cruz Meléndez, que ofrecerá temporada los sábados y domingos hasta el 25 de este mes en el teatro Sergio Magaña.

La compañía Teatrapos plantea al público infantil diferentes reflexiones, como el espíritu de lucha, la valentía, la felicidad y la necesidad de alzar la voz.

En la trama, contó Esquinca, se describe un fragmento de la niñez de la pianista Eunice Kathleen Waymon, quien está a punto de comenzar un recital en el ayuntamiento de Tryon, Carolina del Norte, Estados Unidos, donde todo el pueblo ha ido a verla tocar. Sus padres, orgullosos, están en primera fila cuando les exigen levantarse de sus asientos para dárselos al alcalde debido a las leyes de segregación de la época.

En medio de la confusión, agregó, “ella se niega a seguir tocando, pues quiere que regresen a su familia a sus lugares. Este episodio la marcó durante toda la vida. Ahora, con esta historia queremos trasmitir a las infancias que tienen la posibilidad de accionar y cambiar la realidad a partir de una serie de reflexiones.

El montaje no pretende ser una respuesta a los problemas, sino evidencia, y ejemplifica aspectos como el racismo y la discriminación para saber detectarlos, comenta. Así, el público conoce la historia de Nina, una compositora y cantante que los guía a un viaje a su interior para aprender que la herramienta más poderosa es la propia voz.

Con la participación de dos actrices, titiriteras y cantantes, Ix-chel Muñoz y Xareny Ortega, acompañadas por la pianista Karen Rocío Pérez Cárdenas y las intervenciones de la propia Ortega, se visibiliza una historia de lucha con mucha música, canciones y títeres de distintas técnicas como el guiñol, la manipulación directa, así como en grandes formatos y tamaños.

Un vestido como escenografía

Agregó: Toda la obra sucede en un teatrino, único elemento de escenografía, que es un vestido gigante que se abre y tiene una ventana; la idea es transmitir lo femenino, las raíces y lo ancestral.

Nina Simone nació en Carolina del Norte en 1933. Después de ser rechazada del Instituto Curtis de Música comenzó su carrera independiente en los bares de Atlantic City, en los cuales descubrió su virtuosismo para cantar. Con el tiempo, y a pesar de las adversidades por ser una joven negra, logró hacer música poderosa y combativa que se convirtió en elemento clave de las luchas sociales en la década de los 60 en Estados Unidos.

Hazael Rivera compuso ex profeso la música y Karen Rocío Pérez se encarga de ejecutarla en vivo y al mismo tiempo es parte del espectáculo. Los títeres fueron diseñados por Héctor Patiño y Felipe Lara y se integran a la propuesta estética de Erika Gómez en la escenografía y el vestuario. El ensamble vocal es de Griselda Ashari Martínez.

Después de presentarse en otros estados, Canta, Nina ofrece temporada hasta el 25 de este mes los sábados y domingos a las 13 horas en el teatro Sergio Magaña (Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María La Ribera, cerca del Metro San Cosme).