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Juegos Olímpicos París

Ambas potencias conquistaron 40 medallas de oro

EU y China brindaron épicas batallas en las arenas deportivas y políticas
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▲ Simone Biles (izquierda) se llevó tres oros y una plata, una cosecha admirable, pero tal vez su mayor ganancia fue recuperar la alegría por competir.Foto Afp
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▲ En la fotografía, el gigante cubano Mijaín López protagonizó uno de los momentos inolvidables, pues luego de ganar su quinta medalla de oro consecutiva anunció su retiro de las competencias.Foto Afp
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▲ La nadadora estadunidense Katie Ledecky, quien fue abanderada de su país en la ceremonia de clausura, conquistó su novena presea dorada en su trayectoria. A los 27 años declaró que intentará competir en Los Ángeles 2028, cuando tenga unos 31.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Lunes 12 de agosto de 2024, p. a11

Las últimas horas de los Juegos Olímpicos de París 2024 transcurrieron con una lucha descarnada. No fue en una disciplina deportiva específica ni en un terreno de juego convencional, sino en el campo de lo simbólico y lo político, en esa metáfora atlética que representa la disputa de la cima del medallero. Estados Unidos y China pelearon con sus mejores atletas ese lugar privilegiado. Ambas potencias conquistaron 40 medallas de oro. Es la primera vez en la historia que se presenta este escenario. El criterio de desempate fueron las preseas de plata. En ese renglón, el país de Norteamérica fue mejor, con 44, contra las 27 del gigante asiático. En total, los estadunidenses llevarán a casa 126 metales; sus rivales chinos, 91.

No es un simple asunto de vanidad deportiva, se sabe que los grandes escenarios en este campo ponen en juego además el orgullo patrio y son una extensión de la disputa geopolítica entre naciones. Si durante la guerra fría Estados Unidos peleaba por algo más que la gloria atlética ante la Unión Soviética, ahora China es el adversario declarado.

Avances del gigante asiático

Ante la exclusión de Rusia de los Juegos Olímpicos desde Tokio 2020 por el presunto dopaje masivo de sus atletas, y en París 2024 por la guerra con Ucrania, China es el principal rival para los estadunidenses. El gigante asiático acecha la cumbre del medallero sobre todo desde que fueron anfitriones en 2008 y se llevaron el mayor número de metales dorados con 48, sobre los 36 que ganó Estados Unidos.

La cosecha dorada va en ascenso tanto para estadunidenses como para chinos, quienes quedaron en el tercer puesto en Río de Janeiro 2016, segundo en Tokio 2020 y ahora en París igualaron en la cumbre de la cantidad de campeonatos olímpicos.

Apenas concluyeron los Juegos de París, las autoridades del país asiático felicitaron a sus atletas por su actuación. Un reporte de la agencia de noticias Xinhua difundió las palabras del Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado: han ganado la gloria para nuestro país y nuestro pueblo y les extendemos una calurosa felicitación y sinceros elogios, dice el mensaje de las autoridades. Sus destacados logros y desempeño han encendido aún más el patriotismo del pueblo chino, tanto dentro como fuera del país. Han elevado el espíritu nacional y han unido al pueblo hacia el progreso.

Las dos naciones más ganadoras en los Juegos Olímpicos conciben el deporte desde posiciones distintas, pero ambas con inversiones estratosféricas. En Estados Unidos se sostiene en el sistema educativo y depende casi en su totalidad de fondos privados. Según datos del medio especializado en negocios en esta rama Sportico, en el ciclo olímpico previo a París 2024 el equipo estadunidense reportó mil 240 millones de dólares en ingresos que provienen en su mayoría de patrocinios y derechos de transmisión.

En China, en cambio, el desarrollo deportivo está en manos del Estado. Según un reporte que publicaron diversos medios, la administración general de deportes de ese país creó un programa 2021-2025 para formar una industria en ese ramo con valor de 773 mil millones de dólares.

Para tener una dimensión de estas cifras, Ana Gabriela Guevara, directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, asegura que la inversión del actual gobierno mexicano para los atletas que acudieron a París fue de más de mil millones de pesos, es decir, unos 53 millones de dólares.

Visto así, el medallero es también un índice que refleja las masas millonarias destinadas a brillar en el deporte olímpico.

París, escenario de proezas

París 2024 también ofreció espacio para la épica y el heroísmo en zapatos deportivos. Precisamente uno de los momentos inolvidables será el gesto ritual del gigante cubano Mijaín López, quien durante dos décadas dominó en la lucha grecorromana y regaló una ceremonia estremecedora del adiós.

Salvo Mijaín, nadie ha ganado cinco medallas de oro consecutivas en los Juegos Olímpicos. La última presea significó también su despedida. En un acto de humildad, se postró en el centro de la colchoneta y elevó sus zapatillas como si se tratara de un incensario y las colocó en el centro de la lona. Después, se marchó para siempre de las competencias.

La nadadora estadunidense Katie Ledecky alcanzó su novena presea dorada para ser la única mujer en empatar a la gimnasta de la Unión Soviética, Larysa Latynina, quien en las décadas de 1950 y 1970 impuso esa marca. A los 27 años declaró que intentará competir en Los Ángeles 2028, cuando tenga unos 31.

Otra gimnasta, pero estadunidense, volvió para reivindicarse. Simone Biles renunció a disputar varias finales en los Juegos de Tokio 2020 por motivos de salud mental. Algo antes impensable, pero que colocó la importancia del tema en los atletas. En París no ganó todo, se llevó tres oros y una plata, una cosecha admirable, pero tal vez su mayor ganancia fue recuperar la alegría por competir. Y desde luego, Novak Djokovic, otra vez con marcas extraordinarias. Lo único que le faltaba al tenista serbio en su palmarés era la presea áurea. Hoy, puede decir que lo tiene todo.

Quizá el momento más áspero en estos Juegos, pero cuyo clímax también fue reivindicativo fue el de las boxeadoras Amine Khelif, de Argelia, y la taiwanesa Lin Yu-ting. Ambas fueron cuestionadas respecto de su género. Lo que sobrevino fue un despiadado discurso de odio contra ellas. La IBA, organización que les prohibió competir por sus niveles de testosterona en 2023, convocó a una caótica conferencia en la que, sin pruebas que lo sostuvieran, se atrevieron a sugerir que ambas eran hombres. La respuesta de estas dos mujeres fue conquistar el oro para acallar a la desinformación masiva que se propagó en las redes sociales. Ambas ganaron mucho más que la cima del podio.