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Descubren que la música clásica puede contribuir a tratamientos antidepresivos

Respuesta positiva de pacientes resistentes a electrodos de estimulación profunda

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▲ Especialistas planean desarrollar productos digitales de salud.Foto tomada de la página del Museo Universum
 
Periódico La Jornada
Lunes 12 de agosto de 2024, p. 5

Madrid. Un estudio de científicos chinos publicado en la revista Cell Reports demuestra que la música clásica realmente mejora el estado de ánimo de quienes padecen depresión, al sincronizar la amígdala extendida, que cumple una función en sensaciones estresantes, como ansiedad, irritabilidad e inquietud, por lo que puede tomarse en cuenta como tratamiento complementario.

Nuestra investigación integra los campos de la neurociencia, la siquiatría y la neurocirugía, proporcionando una base para cualquier investigación dirigida a la interacción entre la música y la emoción, informa el autor principal, director y profesor del Centro de Neurocirugía Funcional de la Universidad Jiao Tong de Shanghái, Bomin Sun. En última instancia, esperamos trasladar los resultados de nuestra investigación a la práctica clínica, desarrollando herramientas y aplicaciones de musicoterapia cómodas y eficaces, agrega.

El estudio se centró en 23 pacientes con depresión resistente al tratamiento a quienes ya se les habían colocado electrodos en el cerebro con fines de estimulación profunda. Estos implantes se colocan en un circuito que conecta dos zonas del cerebro anterior: el núcleo del lecho de la estría terminal (BNST) y el núcleo accumbens (NAc). Con estos dispositivos, los investigadores descubrieron que la música genera efectos antidepresivos sincronizando las oscilaciones neuronales entre el córtex auditivo, responsable del procesamiento de la información sensorial, y el circuito de recompensa, responsable del procesamiento de la información emocional.

“El circuito BNST-NAc, a veces denominado parte de la ‘amígdala extendida’, subraya la estrecha relación entre éste y la amígdala, una estructura central en el procesamiento de la información emocional –afirma Sun–. El estudio revela que la música induce el triple bloqueo temporal de las oscilaciones neuronales en el circuito cortical referido, a través de la sincronización auditiva”, agrega.

Terapias personalizadas

Los pacientes analizados fueron asignados a dos grupos: baja o alta apreciación musical. Los del segundo demostraron una sincronización neuronal más significativa y mejores efectos antidepresivos, mientras los del primero registraron peores resultados.

Al agrupar a los pacientes se pudieron estudiar con mayor precisión los mecanismos antidepresivos de los sonidos y proponer planes de musicoterapia personalizados que mejoraran los resultados del tratamiento. Por ejemplo, al insertar ruido de frecuencia theta en la música para potenciar el acoplamiento oscilatorio BNST-NAc, los del grupo de baja apreciación manifestaron disfrutar más de la música.

Se utilizaron varias piezas clásicas occidentales. Se eligió este género porque la mayoría de los participantes no estaban familiarizados con él, y los investigadores querían evitar cualquier interferencia eventual de la familiaridad subjetiva. Así, llegaron a la conclusión de que las elecciones musicales durante el proceso de escucha formal eran individualizadas y no guardaban relación con el trasfondo emocional de los sonidos, afirma Sun.

Las futuras investigaciones del equipo se centrarán en diferentes áreas. Por un lado, pretenden estudiar cómo la interacción entre la música y las estructuras profundas del cerebro desempeña un papel en los trastornos depresivos. También introducirán otras formas de estímulos sensoriales, incluidas las imágenes visuales, para investigar los posibles efectos terapéuticos combinados de la estimulación multisensorial en la depresión.

Mediante la colaboración con clínicos, musicoterapeutas, informáticos e ingenieros, planeamos desarrollar una serie de productos digitales de salud basados en la musicoterapia, como aplicaciones para teléfonos y dispositivos para llevar puestos, afirma Sun. Estos productos integrarán recomendaciones musicales personalizadas, monitorización y retroalimentación emocional en tiempo real y experiencias multisensoriales de realidad virtual para proporcionar herramientas de autoayuda cómodas y eficaces para gestionar las emociones y mejorar los síntomas en la vida cotidiana, concluye el especialista.