En dos departamentos, la fuerza pública pretende controlar la movilidad, señalan
Domingo 11 de agosto de 2024, p. 18
Bogotá. Hace más de 24 horas, campesinos de los departamentos de Meta y Guaviare, en el suroriente de Colombia, mantienen en su poder a 60 soldados pertenecientes a la Fuerza de Tarea Omega que llevaban a cabo patrullajes desde hace varios días en la zona.
Habían capturado a 100 elementos, pero en las últimas horas liberaron a 40.
Los labriegos, organizados en guardias campesinas, alegan que la fuerza pública intenta imponer un régimen de control absoluto sobre la región, vigilando la movilidad de los pobladores, así como el tránsito de mercancías e insumos para la ganadería y los cultivos de arroz.
Fuentes militares dijeron que los militares habían incrementado sus operaciones tras graves denuncias de que Cancharino, comandante de una estructura del Bloque Jorge Suárez Briceño, había citado a finales de julio pasado a empresarios y comerciantes para notificarles un aumento en el pago de impuestos
y extorsiones.
A lo largo de una jornada, las guardias campesinas, que usan uniformes y están dotadas de palos, fueron rodeando a los soldados, hasta que en la noche del viernes los coparon, sin que se hubiera disparado un solo tiro o hubiera ocurrido algún episodio de violencia
, según relató por teléfono a La Jornada un antiguo líder regional del Guaviare.
Mientras en San José, capital del Guaviare, el gobernador Yeison Rojas se reunía con mandos militares y funcionarios de las misiones de la ONU y la OEA para lograr la pronta liberación de los soldados, en esta capital reina la incertidumbre por los efectos que pueda tener este nuevo choque entre la fuerza pública y la población civil sobre los diálogos de paz que mantienen el gobierno y las disidencias de las FARC, a cuyo bloque Jorge Suárez Briceño atribuye el ejército el incremento de las extorsiones.
Éste ha sido un tema recurrente a lo largo de más de 10 meses de tormentosas negociaciones en las que, según analistas, han sobrado propuestas y han faltado ejecuciones. La guerrilla, conocida como EMC, se dividió hace tres meses, y el gobierno suspendió el alto al fuego con importantes estructuras militares que operan en el suroccidente del país, en los departamentos de Cauca y Nariño, hoy por hoy los grandes campos de batalla de los enfrentamientos sin fin que persiguen sin tregua a Colombia.