Sábado 10 de agosto de 2024, p. 24
Londres. El primer ministro británico, Keir Starmer, pidió ayer a la policía seguir en alerta
ante posibles disturbios racistas y de extremaderecha en el país, el mismo día en que un tribunal dictó una condena de cárcel por incitación al odio en Internet.
La ola de violencia estalló el 30 de julio luego del asesinato de tres niñas víctimas de apuñalamiento en Southport, en el noroeste de Inglaterra, y después la furia xenófoba se extendió por todo el país. Las protestas fueron atizadas por rumores en Internet sobre la identidad del sospechoso, falsamente presentado como un solicitante de asilo musulmán.
Starmer, que enfrenta a su primera crisis desde que asumió el cargo el 5 de julio, pidió ayer a la policía que se mantenga en estado de alerta
. Pese a un cierto regreso a la calma, tras 10 días de disturbios, el gobierno teme que la reanudación del campeonato de futbol este fin de semana provoque nuevas tensiones por las conexiones de la extrema derecha con los hinchas hostiles.
Un tribunal en Leeds condenó ayer a 20 meses de prisión, la mitad en firme, a Jordan Parlour, de 28 años, quien confesó haber escrito en Facebook mensajes con el objetivo de incitar al odio racial
. Miles de policías están movilizados desde que estallaron los desmanes.
Salvo incidentes puntuales en Irlanda del Norte antenoche, el resto del país no registró nuevos brotes rijosos desde el martes, y antier miles de personas salieron pacíficamente a las calles en varias ciudades para protestar contra el racismo y la islamofobia.
La policía informó que el sospechoso del ataque contra las menores que motivó las protestas es un joven de 17 años nacido en Gales y los medios británicos indicaron que sus padres son ruandeses. Casi 600 personas han sido detenidas y unas 150, imputadas hasta ahora. El primer ministro prometió esta semana condenas rápidas
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