Kiev. Rusia declaró ayer una situación de emergencia federal en la región de Kursk, tras una incursión ucrania a gran escala, a la par que recibía ataques con drones artillados.

El Ministerio de defensa ruso informó que los refuerzos van en camino a esa región para contrarrestar la acción militar ucrania, y que desplegó diversos lanzacohetes, cañones de artillería, tanques y vehículos tipo orugas, detalló la agencia noticiosa RIA Novosti.

Decenas de personas llegaron a Moscú ayer tras el arribo de los primeros trenes con los evacuados de la región de Kursk: la guerra llegó, afirmaron de los desplazados.

Mientras, 55 heridos, entre ellos ocho menores, permanecen en nosocomios; 12 de los hospitalizados se encuentran en estado grave, informó el ministro de Salud, Mijaíl Murashko.

Las autoridades rusas a cargo de la central de Zaporiyia, ubicada en el sureste de Ucrania, pero bajo control de las fuerzas de Moscú, denunciaron un ataque del ejército ucranio contra la ciudad de Energodar sin que las instalaciones nucleares hayan sufrido daños.

Rusia notificó al OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) la situación en la central nuclear de Kursk, publicó en su canal de Telegram la misión permanente rusa ante los organismos internacionales en Viena.

Tras la embestida, el jefe del OIEA, Rafael Grossi, exhortó ayer en un comunicado a ejercer la máxima moderación para evitar un accidente nuclear con potencial de graves consecuencias radiológicas, cuyas afectaciones pueden afectar grandes regiones.