Moscú. El producto interno bruto (PIB) de Rusia creció 4 por ciento anual en el segundo trimestre del año, al tiempo que repunta la inflación, en una economía accionada por los pedidos militares, mostraron datos oficiales.

El invcremento quedó por debajo del registrado en el primer trimestre, cuando fue de 5.4 por ciento, pero sigue siendo significativo y permite a Rusia jactarse de haber sorteado las sanciones que le impusieron las potencias occidentales después del inicio de su intervención militar en Ucrania.

El sector militar se ha convertido desde entonces en el principal motor de la economía rusa. El presidente Vladimir Putin indicó que los presupuestos de defensa y seguridad representarán este año 8.7 por ciento del PIB nacional.

El avance, que se sustenta en el fuerte aumento de los pedidos militares para apoyar la operación en Ucrania y en las abultadas primas abonadas a los soldados y a sus familias, sirve de combustible a una espiral inflacionaria que preocupa a las autoridades.

El aumento de precios alcanzó un nivel anual de 9.3 por ciento en julio, el más alto desde febrero de 2023 y muy por encima de la meta oficial de 4 por ciento, de acuerdo con la agencia nacional de estadísticas Rosstat.

El Banco Central de Rusia elevó en julio de 6.5 a 7 por ciento su previsión inflacionaria de 2024 y subió de 16 a 18 por ciento su tasa de interés de referencia para controlar el aumento de precios.

En un contexto de bajas cotizaciones internacionales, Rusia, el mayor exportador mundial de trigo, redujo los derechos de exportación del cereal en 42 por ciento a 257.3 rublos (2.90 dólares) por tonelada métrica en la semana que comenzó el 14 de agosto, frente a los 444.4 rublos de la semana anterior, informó el viernes el Ministerio de Agricultura.