Miércoles 7 de agosto de 2024, p. 13
En las próximas décadas, el aprendizaje permanente a lo largo de la vida y la adquisición de competencias digitales será central para la generación de empleos, pues se estima que entre 26 y 38 por ciento de los puestos de trabajo actuales podrían ser modificados por la inteligencia artificial (IA) generativa, mientras entre 2 y 5 por ciento corren el riesgo de automatización total, advierte la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En un llamado a reducir la brecha digital en América Latina y el Caribe, destaca que la IA podría transformar hasta la mitad de los empleos en la región y elevar la productividad, pero las brechas existentes en la infraestructura digital podrían obstaculizar sus ventajas potenciales
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Un estudio reciente, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Banco Mundial, destaca que al menos cuatro de cada 10 puestos de trabajo que existen en la región entrarán en interacción con la IA, y si bien podrían desaparecer algunos empleos, muchos más se verán beneficiados
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Sin embargo, subraya que pese al impacto positivo que la IA podría generar en el mercado laboral de la región, la magnitud de la brecha digital podría impedir a los trabajadores aprovechar plenamente los beneficios potenciales de la IA generativa
, lo que podría afectar hasta 50 por ciento de los puestos de trabajo, de los cuales 7 millones corresponden a mujeres y 10 millones a hombres.
Esta desigualdad en el acceso a la infraestructura digital básica afectará más a quienes viven en pobreza, pues si bien el estudio indica que los posibles beneficios de la IA en el empleo se distribuyen de forma más equitativa en términos de género y edad, sigue siendo más propenso a afectar los empleos formales que se realizan en zonas urbanas, y están en manos de trabajadores con mayor educación e ingresos
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Afrontar los impactos de la IA generativa en el mercado laboral regional, reconoce el documento, requiere un diálogo social inclusivo que reúna a todas las partes involucradas, pero también demanda que los estados realicen acciones urgentes.
Entre ellas, aplicar programas de aprendizaje permanente para mitigar la pérdida de trabajo y mejorar la productividad.