En los últimos tres años, el término tasa de interés ha estado constantemente en los titulares de diferentes medios de información, y no es para menos, debido a que ésta afecta en diversas formas a la economía del país y, por extensión, la de todos los ciudadanos.

Recientemente las noticias sobre el tema se han enfocado en que si la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra (BoE) o el Banco de México (BdeM) reducirán o no sus tasas de interés, las cuales determinan el costo del crédito con el que se financian empresas y personas. Uno de los principales efectos de las reducciones de los réditos es que hacen más barato endeudarse, lo que incentiva el consumo, explican especialistas.

Por otro lado, los ahorradores ven menos recompensados sus ahorros, pero se incentiva a la inversión y crecimiento de las empresas, lo que contribuye al crecimiento de la economía; sin embargo, pueden generarse tendencias inflacionistas. De ahí la importancia de que los agentes económicos (empresas, gobiernos e individuos) estén pendientes del proceso de flexibilización de la política monetaria de los bancos centrales, según explica el programa Saber más, ser más, una iniciativa de educación financiera de los bancos en Colombia.

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la inflación en el mundo ha estado impulsada por una combinación inusual de choques de la oferta asociados con la pandemia de covid-19 y luego con la invasión rusa a Ucrania, y se esperaba que descendiera con rapidez una vez que las presiones disminuyeran.

Ante un entorno de elevada inflación –para algunas economías la más alta en décadas–, la mayoría de los bancos centrales en el mundo empezaron a retirar el estímulo monetario que habían implementado ante los efectos de la pandemia e incrementaron las tasas de interés. Ahora están en discusión el momento y la velocidad a la que debe bajar el costo del crédito, explicó el Banco de México en el análisis titulado Banxico ante ciclos de ajustes en la tasa de fondos federales.

Política monetaria

Si bien la reducción de la tasa de interés tiene como consecuencia que los créditos sean más apetecibles, debido a que se pagan menos intereses por el dinero prestado, este no es el único factor a tener en cuenta. Es necesario ser consciente de la propia de endeudamiento y tener claro el uso que se dará a estos recursos, así como determinar si es el momento indicado para endeudarse.

La política monetaria de los bancos centrales toma en consideración numerosos aspectos para decidir ajustes a sus tasas de interés, por ejemplo, la debilidad o fortaleza de la actividad productiva del país, el riesgo nacional y las coyunturas macroeconómicas.

Para el área de análisis de Barclays, los bancos centrales comienzan a hacer descender las tasas de interés luego del ciclo de alzas utilizadas para combatir la inflación, pero ahora se prevé que las tasas se mantendrán altas en comparación con los estándares a los cuales se habituaron los mercados.

Al disminuir la tasa de interés, las instituciones financieras suelen pagar menos rendimientos por los productos de ahorro y, a la vez, disminuyen las tasas a las cuales se ofrecen nuevos créditos; es por ello que los agentes económicos pueden verse menos tentados a ahorrar y mucho más a gastar en adquirir bienes o disfrutar de servicios.

Actualmente la tasa de la Fed se ubica entre 5.25 y 5.5 por ciento, mientras las del BCE se ubican en 4.25 por ciento, la del Banco de Inglaterra en 5.25 por ciento y la del Banco de México en 11 por ciento, luego de que durante la pandemia algunas fueron cercanas a cero.