En la campaña electoral a gobernador de Veracruz, la ex secretaria de Energía y aspirante al cargo por Morena, Rocío Nahle, fue sometida a un chantaje por parte de una empresa televisora, que le exigió el pago de 200 millones de pesos, denunció el presidente Andrés Manuel López Obrador. La petición de dinero se dio porque supuestamente tenían información de la corrupción que se había registrado en la construcción de la refinería de Dos Bocas, que ella coordino.

Censuró estas prácticas aunque declinó dar el nombre de la televisora. Argumentaron contar con supuestas facturas con las que demostrarían prácticas de corrupción. La acusaban de tener propiedades, incluso a su esposo de tener una residencia en Nuevo León, y presentaron la escritura, pero resultó que era de un homónimo.

En conferencia, dijo que había un programa de esa televisora donde la acusaron de ratera porque no les entregó el dinero que le exigían, y estoy seguro de que esos 200 millones de pesos no iban para la empresa, sino para los funcionarios.

Este chantaje se complementaba con acercamientos al sector empresarial veracruzano, a quienes les presentaban encuestas de la firma Massive Caller, en la que supuestamente Nahle estaba empatada con el candidato opositor.

“Hasta reunieron a los grandes empresarios en el Club de Industriales. Esto también lo hicieron para la Presidencia, en el Club de Industriales, les mostraron encuestas. Yo ya se los había advertido, y lo saben ellos porque me reuní (con ellos). Les dije: ‘No se vayan a dejar engañar’”.

Por otro lado, sobre el caso Ayotzinapa y el otorgamiento de asilo en Estados Unidos a un juez vinculado a proceso, comentó que todo se hizo allá, en el Departamento de Justicia. Fue una sentencia muy difícil de sostener porque se requieren pruebas, que aún no tenemos, sobre la premisa de que la desaparición de los jóvenes no la realizaron policías locales,sino elementos del ejército.

López Obrador cuestionó que todo esto se haya avalado con el testimonio de una periodista que se ha sumado a la campaña en su contra sin pruebas, a partir de presunta información entregada por la Agencia Antidrogas estadunidense y que lo involucra también en un presunto financiamiento ilícito para su campaña electoral en 2006.

Yo he hecho de mi vida una línea recta y lo que estimo más importante en mi vida es la honestidad, por eso soy libre y no puedo someterme a ningún chantaje. El Presidente no puede ser chantajeado por nadie porque esa es la práctica de algunas potencias extranjeras: tener agarrado a una autoridad para someterla y convertirla en un pelele al servicio de sus intereses. ¿Dónde queda la soberanía de México?