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Ciudad perdida

¿Gabinete de cartuchos quemados?

D

entro de pocos días nos enteraremos de quiénes formarán parte del equipo que gobernará la Ciudad de México, y hay quien asegura que al contrario de la buena recepción que se dejó sentir con el anuncio del gabinete de la Presidenta Sheinbaum, en el de la capital del país hay dudas importantes.

Aunque de los nombres que se llevan y se traen hay algunos cartuchos quemados, hay otros que parecen advertir una falta de sensibilidad que preocupa.

Dentro de esas preocupaciones está el nombre de César Cravioto, senador por default, es decir, nunca habría llegado al escaño de la Cámara alta si Martí Batres no hubiera sido nombrado secretario de Gobierno, entre paréntesis, porque no hallaron a otro.

Es decir: Batres sale del Senado y en su lugar entra Cravioto, que en aquel entonces, a la mitad del gobierno de Claudia Sheinbaum, tenía el encargo de la reconstrucción de la ciudad después del sismo de 2017.

Sería casi imposible que Batres aceptara cualquier posición en el próximo gobierno después de ocupar, por designación y no por elección, el despacho de la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, así que impuso ahí, porque lo puede hacer, eso se dice, a su alfil, César Cravioto.

Habrá quien diga que Cravioto no pudo terminar su tarea como comisionado para la reconstrucción debido a la nueva tarea, pero lo cierto es que poco o nada hizo para cumplir con la reconstrucción y las pruebas están en las calles de la ciudad.

Y eso porque después del trío de los cerditos políticos, o mejor dicho marranos (Jorge Romero del PAN, y Leonel Luna y Mauricio Toledo del PRD), que se hicieron cargo y fueron denunciados por desvío de fondos para la reconstrucción, se esperaba algo diferente por parte del gobierno de Morena.

A Cravioto le encargaron el asunto y estuvo en sus manos del 2018 al 2021, tiempo en el que, según cifras oficiales, se reconstruyeron poco más de 8 mil, de las más de 25 mil viviendas que fueron dañadas.

En algún momento del encargo, Cravioto se comprometió, por ahí de 2019, que a finales de ese año o principios de 2020 ya no habría damnificados y que en 2021 se entregarían las últimas obras de la reconstrucción.

Si como se dice, Cravioto ocupará la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, ojalá los cargos que le ha heredado Batres le sirvan como experiencia para desempeñar una función que requiere de cuidado y oficio político.

Y es que por razones además políticas, el cuidado, en ese renglón por parte de las nuevas autoridades, debe ser una prioridad. La ciudad se convirtió en un caos. En las alcaldías, primera cara del gobierno frente a los ciudadanos, los encargados de gobernar esas porciones de la capital hicieron de sus calles, por ejemplo, un desastre.

Esa situación repercutió en la percepción, sobre todo de las clases medias, sobre el quehacer político de los encargados de gobernar las alcaldías, donde casi en todos los casos fueron reprobados.

Es tiempo de corregir, pero mucho dependerá de quienes tendrán a su cargo la tarea. Nadie que no cumpla, que ponga por encima de la tarea sus necesidades personales, podrá con ese muy delicado quehacer. Ya veremos.

De pasadita

Una de las preocupaciones que han saltado con la información que se tiene sobre el ilícito del huachicol es el del papel que jugaron esos políticos en el asunto.

No parece posible que los gobernantes de las alcaldías donde se produjo la extracción ilegal y peligrosa de combustible estuvieran ajenos por completo a ese hecho. Se requiere, para la tranquilidad de todos, que se inicie una investigación profunda sobre la actuación de esos servidores públicos, y se debe hacer ya.