Tres corrientes internas de trabajadores, afiliados al Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), denunciaron que el reciente proceso interno que dio la decimotercera relección al líder del gremio, Francisco Hernández Juárez, estuvo plagado de serias irregularidades.

Al mantenerse como secretario general desde 1976, en lugar de fortalecer al STRM, ha servido para impedir que los telefonistas conquistemos nuevos derechos laborales y nos ha mantenido por décadas a la defensiva del ataque patronal de la familia Slim, alentando la desmovilización, fomentando los ritmos de productividad que exige la empresa, golpeando nuestros derechos laborales y enquistando una burocracia que mantenga el control de la vida interna del sindicato, indicaron los trabajadores.

En un comunicado conjunto, las corrientes sindicales Telefonistas Construyendo Democracia, Desde las Bases Telefonistas y Telefonistas Subversivos, reprocharon que, ante la importancia de este gremio en el movimiento sindical nacional, debió haber participado el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral en la vigilancia del proceso, pero no se hizo.

En tanto, recalcaron que la relección por 48 años consecutivos del mismo dirigente, afecta el derecho de los telefonistas a ser elegidos como tales. Explicaron que, además, se viola lo establecido en la Ley Federal del Trabajo en su ar-tículo 358, ya que se impide la participación democrática y el derecho de ser votado para dicho cargo. Al concluir su próximo periodo, Hernández Juárez sumará 52 años con el control del sindicato.

Denunciaron que a lo largo del reciente proceso interno hubo docenas de sanciones a jubilados opositores, y entre las diversas irregularidades aseguraron que se usó toda la estructura sindical a favor de la planilla oficial, y con la anuencia de Teléfonos de México y distintas empresas, se hizo coincidir el pago de varias de las prestaciones económicas con las votaciones.