Con una votación dividida de su junta de gobierno, el Banco de México (BdeM) reanudará el próximo jueves su ciclo de flexibilización de la tasa de referencia –la que determina el costo del crédito al que se financian empresas y personas–, prevén analistas económicos.

Unas horas antes de que se emita el comunicado de política monetaria del BdeM, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicará el dato de inflación de julio. Se prevé que ésta se ubique en alrededor de 5.48 por ciento anual (en junio fue de 4.98 por ciento).

Pese a que la inflación general se acelerará, el banco central aplicará un recorte de 0.25 puntos porcentuales a la tasa de referencia, para llevarla a 10.75 por ciento.

El pasado 21 de marzo, el Banco de México disminuyó en un cuarto de punto porcentual su tasa, a 11 por ciento. Han transcurrido dos reuniones de política monetaria (mayo y junio) en las cuales la autoridad monetaria mantuvo sin cambio las tasas de interés.

Esperamos que el Banco de México aplique un recorte de tasas de 0.25 puntos porcentuales en una votación dividida de tres a dos. Si bien, la inflación general a 12 meses ha alcanzando 5.6 por ciento, similar a la de julio de 2023, la inflación subyacente, que determina la trayectoria de los precios en el mediano y largo plazos, ha seguido retrocediendo y ahora apenas supera 4 por ciento, un mínimo de tres años, describió Gabriel Casillas, economista en jefe de Barclays para América Latina.

Además, la inflación de los servicios básicos, que excluye la vivienda y la educación y es una métrica importante para que el banco central mida las presiones de la demanda, ha seguido disminuyendo, en línea con la desaceleración del producto interno bruto del segundo trimestre de 2024.