Tsunami político
n menos de 10 días un tsunami político modificó las preferencias electorales en EU, la razón: el cambio estratégico del Partido Demócrata en la candidatura a la presidencia. Biden pasó la estafeta a Kamala Harris. La historia de ese cambio es bien conocida y no es necesario repetirla. Lo importante es que, antes del cambio Biden tenía sólo 37 por ciento de preferencia en el electorado en general; tras el relevo, Kamala alcanza 81 por ciento. La diferencia también se ha reflejado entre Trump y Biden: antes del cambio, Trump lo superaba entre cuatro y seis puntos y el pronóstico era que aumentaría. Actualmente, Trump y Kamala están virtualmente empatados y esto sucede a sólo 24 horas de haberse anunciado el cambio en la candidatura demócrata. Lo curioso es que los temas en la campaña de Kamala son esencialmente los mismos que Biden justamente esgrimió como sus logros. Es evidente que uno de los factores determinantes del cambio es la confianza que los electores tienen en Harris en la empresa de derrotar a Trump. Como por arte de magia el pesimismo y la apatía desaparecieron entre jóvenes, latinos, negros e indecisos. Muestra de ello es la forma en que las preferencias entre latinos y negros han cambiado. El 63 por ciento de los negros favorecía a Biden, hoy Kamala ha logrado que aumente a 77 por ciento. En el caso de los latinos, 64 por ciento la apoyan a diferencia de 31 por ciento que lo hacía con Biden.
A quienes más sorprendió el cambio fue a los republicanos. Habían construido la campaña de Trump a partir de la desastrosa presentación de Biden en el debate y sus evidentes limitaciones físicas. Hoy no tienen una idea clara para contrarrestar la creciente popularidad de Kamala. A nadie extraña que misoginia y racismo sean los ejes en los que girará la campaña de Trump y de buena parte de los republicanos. Poco favor les hizo J.D. Vance, el compañero de fórmula, cuando se refirió a Harris como indigna de ser presidenta porque no tiene hijos. Tomando en consideración que en el propio partido hay candidatas al Congreso en esa situación, que el líder en el Congreso consciente de esa barbaridad se vio en la necesidad de llamar la atención a sus aspirantes para abstenerse de hacer comentarios de ese talante. No hay certeza de que Trump y otros republicanos eviten repetir esos comentarios. En todo caso confirmará su insensibilidad sobre los derechos de las mujeres en la sociedad, la política y la vida pública.
De lo que no hay duda es que hay una nueva campaña en curso y tiempo de sobra para un cambio en las preferencias de los votantes.