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Riesgos climáticos presionan precios al consumidor: Invex
 
Periódico La Jornada
Lunes 29 de julio de 2024, p. 24

Los eventos climatológicos están distorsionando los precios agropecuarios y pueden contaminar los de los alimentos procesados, así como los servicios alimenticios, por lo que existe un fuerte riesgo de que la inflación en México se siga acelerando, previó Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex.

Durante su participación en el pódcast Análisis Biva, que presenta la Bolsa Institucional de Valores, el economista sostuvo que la inflación en México enfrenta un riesgo fuerte por el clima, toda vez que este año se espera un número récord de tormentas que tendrán impacto directo sobre las cosechas en el país.

Por ejemplo, el precio del chayote subió 140 por ciento en dos quincenas debido a que las cosechas se inundaron; el precio del jitomate aumentó 30 por ciento la quincena pasada y ahora lo que está pegando muy fuerte a la inflación no subyacente, que incluye productos agropecuarios y energéticos, es el clima, que está distorsionando los costos, sobre todo los de bienes agropecuarios, aunado al incremento de de los energéticos.

La inflación no subyacente era negativa a mediados del año pasado y superó 10 por ciento anual en la primera quincena de julio.

“El problema es que puede contaminar insumos de alimentos procesados, que están en la división de inflación subyacente –la cual excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos–, así como determinar la trayectoria de los precios en el mediano y largo plazos. Por ejemplo, si el maíz blanco aumenta de precio por cuestiones climatológicas, la subyacente se nos va”, explicó el especialista de Invex.

En el análisis, con el que Biva celebró sus primeros seis años de operación, Ricardo Aguilar detalló que no sólo los productos procesados, sino toda la categoría de loncherías, fondas o servicios alimentarios van a subir sus precios si se encarecen sus insumos. Ahí vemos los riesgos principalmente, aseveró Aguilar.

El problema es la contaminación que pueda tener la inflación no subyacente en la subyacente porque ésta va a la baja por la desaceleración económica, que ha influido sobre los precios de las mercancías porque la de servicios volvió a subir y no baja de 5 por ciento anual. Es incierto si descenderá de esa tasa en los próximos meses porque sigue habiendo mucha presión, añadió.

Por su parte, el Banco de México (BdeM) entraría en un terreno desconocido, con la agenda legislativa y las presiones inflacionarias, por lo cual la reunión de política monetaria de agosto será un volado.

En septiembre también habrá incertidumbre, sobre todo porque coincidirán el presidente actual y el nuevo Congreso.

Por supuesto, la inflación no subyacente está arriba, la volatilidad política podría repuntar con la discusión de las reformas y ello puede presionar el déficit o incluso perjudicar el riesgo-país. El Banco de México quizás no mueva tasas en agosto, opinó Aguilar.