América Latina representa un territorio de gran importancia, inclusive ejemplar, para el cineasta estadunidense Sean Mattison, en lo concerniente a los movimientos y luchas sociales.

Podemos aprender mucho en Estados Unidos de los movimientos sociales que hay aquí, porque nosotros no los tenemos, como en el caso de los derechos humanos, respondió el director cuando se le inquirió el porqué de su interés en documentar pasajes recientes de la historia política y social de algunas naciones latinoamericanas, como es el caso del largometraje Petro, estrenado en noviembre de 2023, en el que da cuenta de la campaña electoral que llevó a Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, en junio de 2022.

En trabajos anteriores ha abordado el tema de las violaciones a los derechos humanos tanto en su país natal como en Latinoamérica, siendo otro de los más recientes el cortometraje Atención! Murderer Next Door, publicado en The New York Times en 2020 y que recibió en 2021 el Premio Emmy al mejor reportaje en español.

En él cuenta la historia de H.I.J.O.S, un grupo de víctimas de la dictadura militar argentina de 1976 a 1983, que en la década de 1990 comenzó a utilizar una técnica novedosa de protesta y presión social, conocida como escraches, para acabar con la amnistía que en ese momento gozaban los militares torturadores y asesinos.

Memoria colectiva

Trato de compartir historias de esta región del continente para el resto del mundo con el fin de que la gente entienda lo que puede lograrse a través del sistema judicial, pero también de la lucha popular, afirmó al término de la proyección de Petro en la Casa Refugio Citlaltépetl, la noche del viernes.

En la sesión hubo un conversatorio en el que, además del autor, participaron el embajador de Colombia en México, Álvaro Moisés Ninco Daza, quien fue parte del equipo de campaña de Gustavo Petro en la pasada contienda electoral; la defensora de derechos humanos Yarima Merchán Rojas y la periodista Blanche Petrich, colaboradora de La Jornada.

Sean Mattison aclaró que el largometraje, aunque lleva por título el apellido del actual presidente colombiano, está centrado no sólo en la historia de ese político y ex guerrillero del Movimiento 19 de abril o M-19, sino en la de una lucha popular y la memoria colectiva, así como en muchos aspectos muy dolorosos de la historia colombiana.

Como extranjero, intenté ser fiel a lo que yo veía y me parecía un momento clave de la historia de ese país. Me fui a Colombia un año para hacer este documental, porque me pareció importante lo que estaba pasando y que iba a ser una campaña electoral histórica que nadie más estaba documentando de esta manera. Tardamos año y medio en hacer este trabajo, sostuvo.

▲ Arriba, el realizador estadunidense durante la proyección del documental en la Casa Refugio Citlaltépetl. De izquierda a derecha, el embajador de Colombia en México Álvaro Moisés Ninco Daza, el autor y la periodista Blanche Petrich. Fotograma del largometraje con la imagen de Gustavo Petro.Foto José Antonio López

De 37 años, el cineasta refirió que conoció a Petro en 2007, gracias a la mamá de un amigo, que es colombiana. En aquella ocasión rodó un corto sobre él para un trabajo escolar. Tras perderle la pista varios años, decidió contactarlo otra vez para realizar un nuevo documental cuando en 2021 las encuestas le daban amplias posibilidades de ganar la contienda presidencial.

Fui a Bogotá a reunirme con él en el Congreso. Inicialmente, creo, no quería que lo siguiéramos en campaña, pero lo convencimos y arrancamos el largometraje en septiembre de ese año. La filmación concluyó el día de la toma de posesión (7 de agosto de 2022), precisó el realizador, quien en esa obra también da voz a personajes de la oposición al hoy mandatario.

Tras adelantar que el documental estará disponible en un par de meses en plataformas de streaming, el realizador comentó que sabe por terceros que Gustavo Petro ya lo vio y dijo que le gustó: No hemos conversado; creo que es algo incómodo para él verse en la pantalla grande. Cuando él está hablando en tarima, tiene cierta capacidad de proyectarse, pero eso de verse en una película puede ser algo raro, imagino.

Blanche Petrich destacó la relevancia de esta película de casi 100 minutos de duración al considerar que logra captar la intimidad de un personaje tan privado como Petro. Es un documental extraordinario por lo que abarca: el contexto histórico, el relato de las luchas del M-19, aunque no es el único protagonista de las luchas colombianas; están, también, las otras fuerzas políticas y populares, pero en este caso, por el perfil político de Petro, que fue guerrillero del M-19, se centra más en la extraordinaria historia de ese movimiento y sus luchas.

Resaltó que esa fuerza guerrillera tenía un discurso político tremendamente accesible, amplio, a diferencia de otras que son ideológicamente más cerradas, con otro contenido y otro discurso; pero el de ésta era muy carismático y nos hizo sentir siempre muy cercanos a esos procesos.

La periodista aseguró que el triunfo electoral de Petro tuvo en México una resonancia muy especial y tocó muchas fibras muy sensibles, además de que la llegada a la vicepresidencia de alguien como Francia Márquez es un prodigio, un fenómeno, porque representó mucho también para las mujeres mexicanas, para las indígenas.

Lo que habría que entender justo como el contexto de este documental es el significado histórico que tiene la llegada de esa izquierda consecuente con un compromiso tan claro con la paz, como lo que significa la llegada de Petro a la Presidencia de Colombia, que es una conquista por el poder en una situación extraordinariamente difícil.