El anexo del reporte que el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa víctimas de desaparición forzada incluye dos documentos. Uno es un acuerdo de 2014 entre el Estado mexicano, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y las organizaciones civiles que han acompañado a las familias que fue suscrito por personajes a los que el mandatario ubica como militantes del bloque conservador.

El otro escrito es la solicitud de medidas cautelares emitida el 3 de octubre de aquel año –siete días después de los hechos– por la CIDH en favor de los estudiantes desaparecidos a fin de implementar acciones para su localización y proteger su derecho a la vida y la integridad. Esto, después de que lo requirieran los centros Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh) y de la Montaña Tlachinollan, los cuales encabezan la defensa de los padres y las madres.

En referencia a esta solicitud del organismo interamericano, el mandatario federal hizo notar que en ninguna parte (del contenido) hablaron de la participación del Ejército en los crímenes perpetrados la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.

El otro documento es el convenio entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y la CIDH para la incorporación de la asistencia técnica internacional que dio entrada a los trabajos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) a fin de coadyuvar en las indagatorias.

Ese acuerdo, con fecha de 12 de noviembre de 2014, y un posterior adendum publicado seis días después, fueron firmados, entre otros, por la entonces subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón; por Emilio Álvarez Icaza, en aquel tiempo secretario ejecutivo de la CIDH, y por el ex director del Prodh, Mario Patrón.

En sus consideraciones, que forman parte del reporte publicado íntegramente el sábado pasado en La Jornada, remarcó que tras dejar la subsecretaría de Derechos Humanos, Lía Limón fue postulada por el PAN a la alcaldía de Álvaro Obregón, y en los últimos tiempos es militante del bloque conservador manejado por el seudoempresario Claudio X. González, integrado por los partidos PRI, PAN y PRD, así como destacados traficantes de influencias del antiguo régimen.

Destacó además: De la misma forma, es pertinente subrayar la actitud hipócrita y reaccionaria de Emilio Álvarez lcaza, un gran farsante con disfraz de defensor de derechos humanos, un acérrimo adversario nuestro que siempre se ha opuesto a la transformación del país.