Ciencias
Ver día anteriorViernes 26 de julio de 2024Ediciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Aplican el plan SOS Cocodrilo para problemática de las interacciones humanas con estos animales

Tras inundaciones causadas por fuertes lluvias, los reptiles salen a explorar su territorio, invadido por la población

Foto
▲ Científicos se proponen hacer conciencia de que los cocodrilos son animales salvajes, aunque tranquilos, actúan por instinto.Foto cortesía de Mauricio González
 
Periódico La Jornada
Viernes 26 de julio de 2024, p. 7

Cocodrilos de pantano y de río (Crocodylus moreletii y C. acutus): familia crocodylidae, especies bajo protección especial que proporcionan servicios ambientales; se alimentan de peces, insectos y crustáceos cuando son jóvenes y de adultos comen pequeños mamíferos y aves acuáticas; llegan a medir más de 3 metros; viven en humedales, manglares y ríos; en las inundaciones causadas por las lluvias salen a explorar su territorio, buena parte del cual ha sido invadido por los humanos.

La Universidad Autónoma de Campeche aplica el plan SOS Cocodrilo, en el que participan Sergio E. Padilla profesor e investigador del Centro de Estudios de Desarrollo Sustentable y Aprovechamiento de la Vida Silvestre, y los doctores César N. Cedillo investigador posdoctoral de este último, y Mauricio González profesor e investigador, los tres de esa casa de estudios. En entrevista, explicaron que el programa consiste en el estudio de la solución de problemas relacionados con las interacciones de humanos con estos animales. El grupo trabaja con el gobierno del estado y los municipios, así como con agrupaciones de otras entidades, quienes buscan constituir una asociación nacional para atender la situación antes de que se convierta en un problema mayor.

Cedillo, en Tampico, Tamaulipas, y Padilla y González, en Campeche, trabajan en la capacitación de personal de primera respuesta, además de realizar investigación que lleve a definir estrategias con el fin de inculcar respeto hacia la especie y su preservación.

Estos científicos también se proponen hacer conciencia de que los cocodrilos son animales salvajes, aunque tranquilos, actúan por instinto. Las hembras pueden ser agresivas durante la etapa de reproducción, pues adoptan un comportamiento defensivo y protector del nido, así como de las crías. No es que quieran atacar a la gente, por lo que no hay que lastimarlos, sólo es fundamental respetar su espacio, recomiendan.

En México hay tres especies: cocodrilo moreletii (de pantano) y acutus (de río), además del caimán en Chiapas. González explicó que están incluidas en la norma oficial mexicana (NOM) 059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y dos de ellas tienen protección especial. En su lista roja, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza las señala en preocupación menor (LC). En términos generales, podemos decir que sí están en grave riesgo por su extracción ilegal, pero sobre todo por la destrucción y pérdida del hábitat, una de las principales razones de los encuentros cada vez más frecuentes. Además, ahora hay más ojos que los ven y, como todo mundo tiene una cámara al alcance de la mano, pueden publicarlos en las redes sociales. Hay una discusión sobre si hay más avistamientos o si en realidad éstos se difunden más, lo que habría que investigar.

Destacó que los cocodrilos en sus ecosistemas tienen el papel de depredadores que controlan las poblaciones de especies que podrían volverse plagas, nocivas para los humanos. El servicio ambiental que proporcionan es mantener las poblaciones de peces, algunos insectos y caracoles.

Padilla sostuvo que hay estudios que indican que hacen cuevas en los cuerpos de agua, lo que promueve que haya humedad todo el año, aún en sequía. Además del ecológico, los cocodrilos tienen un valor económico por el uso que se da a su piel (zapatos, bolsas, cinturones y carteras); cultural, pues hay grupos que le atribuyen propiedades medicinales a la sangre y órganos; alimenticio, ya que muchas comunidades comen su carne y algunas le dan una utilidad ornamental, incluso adornan la puerta de su casa.

Respecto de los avistamientos en Tamaulipas, precisó que el crecimiento de la mancha urbana en Tampico y Ciudad Madero cerca de los humedales fue desconectando estos cuerpos de agua, pero al aumentar las lluvias éstos se vuelven a unir y los animales salen a explorar el área. Si no encuentran una casa mejor, o si se ven amenazados, regresan al lugar donde viven, pero no buscan atacar a la gente.

En Tampico, señaló Cedillo, la corriente de agua ha arrastrado a muchos cocodrilos pequeños. Hay gran cantidad de lagunas y canales pluviales que están rebasados. Otro de los factores que influyen para que esos animales salgan de su hábitat es que en la etapa reproductiva los machos grandes corren a los jóvenes y algunos de éstos se aventuran a buscar nuevos cuerpos de agua. En el puerto tamaulipeco hay bastante infraestructura urbana o industrial y por esa razón se han encontrado en la calle, causando alarma entre la gente. Además, es un punto turístico muy visitado y muchas veces las personas no atienden las indicaciones de evitar acercarse a sitios donde hay ejemplares

Avistamientos y capturas

Agregó que en la zona sur de Tamaulipas hubo una sequía extrema que no se padecía desde hace 40 años de tal manera que los cuerpos de agua principales estaban a menos de 30 por ciento de su capacidad, lo que ocasionó que estos animales se concentraran en el poco recurso que había; ahora con las imponentes lluvias y que el agua bajó muy rápido andan por todos lados. Buscan moverse, sobre todo los machos jóvenes que son corridos por los dominantes.

SOS Cocodrilo “tiene gente en Chiapas, donde se distribuye el caimán; en el Pacífico, como en Colima y Sinaloa, que tienen que ver con los acutus, y prácticamente en Tampico y Campeche se trabaja con los moreletii. Son pocos, pues la distribución de estas especies es muy amplia en el país. En Tamaulipas, Ciudad Madero, Altamira y Tampico están pegaditos, y llamaron la atención más de 200 reportes de avistamientos y la captura de 150 ejemplares”, añadió Cedillo.

Descartó una sobrepoblación, pues no se tiene un estudio que lo sustente; se trabaja en ello. Expuso que Tamaulipas tiene 43 municipios y en 19 hay ejemplares, pero sólo en Tampico se aplica el proyecto.

Los científicos indicaron que es fundamental capacitar a las personas de primera respuesta. Trabajamos con bomberos, Protección Civil y la policía con el fin de que manipulen al animal de forma segura, que no sea riesgo para ellos ni para la gente. En Tampico también participan sectores como ecología, turismo, salud, Cruz Roja y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.

Cedillo recordó que Semarnat y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad realizaron un estudio global que abarcó de 2011 a 2015 y colocó a la especie en recuperación. Sin embargo, faltaron muchos lugares por indagar, entre ellos, parte de Tamaulipas. En esta entidad sólo se estudiaron dos lagunas importantes en Tampico y unas en Altamira, no se pudo visitar otras por problemas de inseguridad. El estado es un cuerpo de información valioso en cuestiones poblacionales de la especie. Campeche es uno de los lugares más estudiado.

Padilla concluyó que la diferencia con Tampico es la cantidad de gente. En Campeche no hay un cuerpo de agua tan visitado como la laguna Carpintero. Alrededor de los manglares son pocas las áreas recreativas instaladas.