Este verano el costo para que niñas, niños y adolescentes accedan a actividades lúdicas, recreativas o educativas va de 8 mil pesos, si son clases de robótica, tecnología y empoderamiento, o menos de 750 pesos si se opta por actividades en los deportivos públicos de las alcaldías de la Ciudad de México.

En este periodo vacacional, que inició el pasado 16 de julio y concluirá el próximo 26 de agosto, cuando regresen a clases poco más de 24 millones de estudiantes de prescolar, primaria y secundaria en todo el país, los menores tienen un abanico de opciones de entretenimiento y aprendizaje, que incluyen cocina, danza, campismo, idiomas, o incluso, tocar un instrumento, entre muchas otras.

La oferta es diversa, pero pocos los que se ofrecen de forma gratuita, como la Red de Fábricas de Artes y Oficios (Faros) de la Ciudad de México, que tiene cursos para niños de 7 a 12 años.

En la alcaldía Benito Juárez el curso de verano durará del 22 de julio al 16 de agosto, con un costo de mil 500 pesos, que incluye materiales, para el desarrollo de actividades de arte y creatividad, actuación y técnicas teatrales, taller de cocina, ciencia y medio ambiente.

La Universidad Nacional Autónoma de México también abrió sus puertas para cursos de verano. Los Talleres de Danza UNAM, programa recreativo de desarrollo dancístico dirigido a la comunidad universitaria y el público en general, ofrece este verano danza urbana, con clases al ritmo de funk y house para niños y adolescentes.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señala que la Convención sobre los Derechos del Niño describe el juego como todo comportamiento, actividad o proceso iniciado, controlado y estructurado por los propios niños, y puede tener lugar en cualquier espacio y oportunidad.

Si bien reconoce que los adultos o cuidadores pueden crear entornos propicios para el juego, éste siempre debe ser voluntario. El juego entraña el ejercicio de la autonomía y de la actividad física, mental o emocional, y adopta infinitas formas, pudiendo desarrollarse en grupo o de manera individual.

Las principales características del juego “son la diversión, la incertidumbre, el desafío, la flexibilidad y la no productividad. Juntos, estos factores contribuyen al disfrute que produce y al consiguiente incentivo a seguir jugando, una dimensión fundamental y vital del placer de la infancia.

También recuerda que las actividades recreativas como la música, el arte, la confección de artesanías, participación en prácticas comunitarias, clubes, deportes, juegos, excursiones y acampadas o tener un hobby, también deben ser experiencias escogidas voluntariamente por el niño, ya sea por la satisfacción inmediata que le brindan o por el valor personal o social que espera recabar de ellas.