Aunque es deber de los jueces remover las barreras estructurales que enfrentan las mujeres para tener acceso a la justicia, se siguen presentado casos en los que estas autoridades actúan sin perspectiva de género y favorecen a quienes ejercen violencia contra ellas, aseveraron el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).

Expusieron el caso particular de la jueza Evelina Ramírez Venegas, del juzgado de enjuiciamiento penal de Acapulco, Guerrero, quien, aseguraron, ha sido parcial en el proceso penal que se sigue contra José Luis Martínez Rodríguez por el feminicidio de su esposa, Melani.

Recordaron que la joven fue asesinada el 28 de noviembre de 2017, cuando Martínez Rodríguez, ex piloto aviador de la fuerza aérea, la tomó de los cabellos y azotó contra la puerta, después la tiró al piso ahorcándola con ambas manos hasta provocarle ruptura del hueso hioides y asfixia.

No obstante, afirmaron, el agresor hizo pasar la muerte de Melani como caída accidental y trató de borrar toda evidencia que lo incriminara.

Impidió que las autoridades ingresaran a la escena del crimen para realizar las investigaciones. Rápidamente llevó el cuerpo a una funeraria para que fuera incinerado, y dijo a los papás de la víctima que ésa había sido su última voluntad, sostuvieron el Centro Tlachinollan y el OCNF.

Indicaron que Martínez Rodríguez fue detenido y procesado en enero de 2023, y el 12 de abril de 2024 comenzó el juicio oral. Sin embargo, la actuación de Ramírez Venegas ha sido sumamente parcial, entre otras cosas porque las objeciones y debates son resueltos a favor de la defensa, aun cuando no le asista la razón, así como porque varios testigos han sido declarados desiertos de manera categórica sin dar oportunidad al (agente del) Ministerio Público de localizarlos y presentarlos.

Las organizaciones advirtieron además que es público que la juez pertenece al círculo de amistad del defensor del imputado.