Para la organización México Evalúa, en el país existe otra militarización con la designación de integrantes de las fuerzas armadas al frente de instituciones estatales de seguridad pública, y entre sus conclusiones señalan que en esas entidades se exhiben, en promedio, mayores tasas de homicidios de hombres y, de manera reciente, también en las tasas de homicidios de mujeres.

El estudio menciona que la investigación, el análisis y la redacción no hubieran sido posibles sin el apoyo de Open Society Foundations.

El documento refiere que los datos, obtenidos mediante solicitudes de información pública presentadas a todos los gobiernos estatales, señalan que de 2011 a abril de este año, 28 por ciento de los nombrados como titulares de instituciones de seguridad pública fueron miembros del Ejército y 22 de la Semar, mientras 43 por ciento de las designaciones recayeron en civiles y 18 por ciento en policías de carrera.

El estudio explica que los secretarios estatales de seguridad pública provenientes de las fuerzas armadas constituyen el segundo grupo más grande dentro de la multiplicidad de perfiles que coexisten en ese cargo, al menos desde hace 12 años.

La investigación considera que un análisis preliminar comparado entre estados con secretarios militares frente a entidades con secretarios no militares sugiere que la llegada de las fuerzas armadas a las secretarías de seguridad no garantiza la contención de la violencia.

Agrega que hay preocupación real y genuina sobre la militarización encabezada por el gobierno federal, a lo largo de tres distintas administraciones presidenciales. No obstante, tal proceso de militarización también ocurre a nivel subnacional, desde los gobiernos de los estados y municipios mexicanos.

La otra cara de la militarización, señala el informe publicado en este mes, por vía indirecta, se refiere a la adopción de características militares en las corporaciones policiales.