¡Goooya, goooya!desde el Pebetero.Foto Cristina Rodríguez
Lunes 22 de julio de 2024, p. a12
En el Pachuca hay algo extraordinario que remite al número de sus jugadores. El 190 de Gael Álvarez, el 189 de Sergio Aguayo o, muy cerca de la frontera de los 200, el 197 del duranguense Sergio Hernández.
Para un deporte que sigue la tradición de los dorsales de dos dígitos, la esencia de los Tuzos puede verse también en la camiseta, en su capacidad para asociar cada etapa de un jugador con su proyecto en las fuerzas básicas. Aunque los jóvenes hidalguenses resisten estos tiempos acelerados, ayer no pudieron con los invictos Pumas y cayeron 2-0 en el estadio Olímpico Universitario.
El partido marcó una línea natural entre dos equipos con filosofías distintas. De un lado el ingenio y la aceleración de elementos que han deslumbrado en otras categorías, contra un bloque de consolidados referentes, como Rogelio Funes Mori, Nathan Silva y Leo Suárez.
Según la tabla de participación de menores, hasta el inicio de la cuarta fecha, los Tuzos contabilizaron la mayor cantidad de minutos con más de 625.
Los auriazules, en cambio, registraron 332 al mantener entre cuatro y cinco extranjeros en su cuadro titular. Esa diferencia quedó al descubierto a lo largo de los 90 minutos. Como ocurre en otros ámbitos más allá del futbol, hay momentos en que una disputa puede ganarse mediante un madruguete. Pumas lo entendió de esa manera. En un tiro libre en el que el peruano Piero Quispe y Jorge Ruvalcaba adelantaron los movimientos rivales, el capitán Ulises Rivas recibió un pase a primer poste que mandó a las redes con una barrida (minuto 45+5). Nada mejor para los aficionados auriazules antes de irse al descanso. Para mantener su ventaja, el portero de la selección mexicana, Julio González, hizo su parte al detener por los aires un potente disparo de Luis Chaka Rodríguez, de más de 30 metros de distancia.
Con un amplio compromiso defensivo, los de la UNAM supieron reponerse a la lesión de Leo Suárez, uno de sus emblemas ofensivos. Sentado sobre el carrito de las asistencias, el volante argentino dejó el campo a los seis minutos, luego de sufrir molestias en la pierna izquierda por un fuerte choque con Ousasama Idrissi. Si igualar la velocidad de los jóvenes tuzos ya era un desafío, el entrenador Gustavo Lema tiró de golpe del talento de sus figuras. En una jugada revisada por el VAR, César Huerta convirtió el 2-0 y detonó los gritos de ¡Goooya, goooya!
(minuto 51).
Más de 20 mil 850 personas celebraron a todo grito el gol del Chino y su tercera victoria en el torneo, donde siguen siendo imbatibles con los mismos 10 puntos que el líder Cruz Azul, aunque con menor diferencia de goles, los felinos alcanzaron el segundo lugar ante el receso obligado de los clubes por la Leagues Cup en Estados Unidos. Para los hidalguenses, la derrota significó un paso atrás en sus aspiraciones. En cuatro jornadas siguen con la misma cantidad de unidades, a pesar de abanderar uno de los proyectos más sólidos en la formación de jugadores.