El dirigente nacional del Sindicato Nacional Minero, Napoleon Gómez Urrutia, responsabilizó a la empresa ArcelorMittal de tratar de provocar la división en ese organismo, al financiar a un grupo minoritario en la sección 271 de Lázaro Cárdenas, Michoacán, que se opone a levantar la huelga, a pesar de que la gran mayoría de los trabajadores de la siderúrgica lo acordó en asamblea un día antes.

En entrevista, el senador de Morena resaltó que además de desprestigiar al sindicato, como lo han hecho en varias ocasiones, la directiva en México de la trasnacional –con presencia en 60 países y una de las mayores siderúrgicas del mundo– pretende responsabilizarlo de no cumplir el acuerdo que puso fin a la paralización de labores en la acerera.

Están buscando crear un conflicto alterno para desviar la atención sobre los malos manejos e irregularidades en que han incurrido.

Anunció que van a darlas a conocer, entre ellas la ineficiencia, pero sobre todo una gran corrupción interna.

Tenemos todos los casos, departamento por departamento de contratistas que aseguraron laborarían sólo por unos meses, pero ya llevan años, porque son socios y cómplices de la dirección de la empresa.

Propició el movimiento por no pagar las utilidades

El senador Gómez Urrutia recalcó que espera que la matriz de ArcelorMittal se entere de la situación real y que tome cartas en el asunto, debido a que la dirección de la siderúrgica en México se ha dedicado a tratar de minar al sindicato y obligó a los trabajadores a estallar la huelga, luego de negarse a pagar las utilidades que les corresponden.

Ayer ArcelorMittal pagó otro desplegado en el que acusan al sindicato minero de no poder resolver el conflicto, ya que, sostiene, hay un grupo disidente, pero es un grupo que está financiado por la empresa., señaló.

Son menos del 10 por ciento y este viernes ni siquiera escucharon el resultado de la negociación, se salieron de la asamblea y pretendían que los demás lo siguieran, pero la gran mayoría, cerca de 3 mil mineros no les hicieron caso.

Expuso que fue una negociación difícil, muy complicada por la cerrazón de la directiva de ArcelorMittal que al final accedió a pagar 100 por ciento de salarios caídos, 60 mil pesos netos como complemento del reparto de utilidades a cada uno de los mineros y metalúrgicos y 17 mil pesos en vales de despensa, así como un alza salarial de 8 por ciento, a partir del pasado primero de mayo.

Fue un muy buen arreglo, que aprobó más de 90 por ciento de los miembros de la sección 271, quienes están dispuestos a defender-lo y a no permitir que la empresa los divida e insista en atacar a su sindicato.