Sábado 20 de julio de 2024, p. a11
Florida. Las primeras demandas en relación con la final de la Copa América en el estadio Hard Rock, en Miami, donde el fin de semana pasado cientos de personas sin boleto forzaron su entrada al partido, fueron presentadas ayer mediante testimonios de aficionados que citaron serias lesiones o quedaron fuera a pesar de verificar su ticket.
El condado de Miami-Dade y los registros de la corte federales constataron que, hasta ayer, se presentaron al menos cuatro querellas contra el estadio y la Conmebol, organismo rector del futbol sudamericano, debido al caos que se desató antes del encuentro entre Argentina y Colombia.
El abogado Judd Rosen, quien representa a una mujer lesionada, indicó que el recinto y los oficiales de la confederación debieron contratar más policías y guardias de seguridad, en lugar de exponer a miles de personas al cerrar las puertas y, más tarde, dar vía libre sin activar los filtros de revisión.
Esto fue un robo
, aseguró Rosen. Todo el dinero que debieron gastar en un plan apropiado de seguridad y un equipo adecuado se lo llevaron a sus bolsillos
.
Oficiales del Hard Rock declinaron comentar algo al respecto, más allá de que regresarán el di-nero de los boletos que no se utilizaron y que fueron comprados directamente con los organizadores.
Anteriormente, los operadores señalaron que contrataron el doble de seguridad para la final del domingo en comparación con los encuentros de los Delfines de Miami y que, incluso, excedieron la recomendación de la Conmebol. El estadio recibirá varios encuentros de la Copa Mundial 2026.
Por su parte, la confederación sudamericana, que tiene su sede en Paraguay, no comentó específicamente sobre las demandas. En un comunicado hace unos días, los organizadores culparon del desorden a los oficiales del recinto, asegurando que no implementaron sus recomendaciones.
La clienta de Rosen, Isabel Quintero, fue una de las aficionadas con boleto que resultaron lesionadas al ser derribada cer-ca de uno de los molinetes. La policía arrestó a 27 personas, entre ellas el presidente de la Federación Colombiana de Futbol –Ramón Jesurún y su hijo–, debido a un altercado al final del encuentro con un guardia de seguridad, y expulsó a 55.
Rosen detalló que su cliente, quien trabaja en finanzas, voló con su padre desde Colombia para ver el juego como un regalo y que pagó mil 500 dólares por cada entrada.
Indicó que Quintero estaba en la fila cuando los guardias de seguridad dejaron de admitir personas para evitar que aficionados sin boleto ingresaran. Como resultado de los incidentes, diferentes partes del Hard Rock sufrieron daños significativos. Videos e imágenes difundidas en redes sociales mostraron las barandillas laterales de una escalera mecánica destrozadas, con zapatos, latas de refrescos, anteojos y prendas de vestir en el suelo.