Durante más de 50 años se han realizado investigaciones para tener una vacuna contra el dengue y en la última década ha habido resultados, pero limitados. Existen dos biológicos: uno, del laboratorio farmacéutico Sanofi, obtuvo el registro sanitario en 2015, pero el sector salud no lo utiliza por las contraindicaciones identificadas, entre otras, el mayor riesgo de hospitalización en personas que no han tenido dengue previamente.

La segunda es del laboratorio Takeda; tiene registro en varios países, pero no en México todavía. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) solicitó más información a la empresa, aunque la Secretaría de Salud (Ssa) observa que ofrece protección contra los serotipos 1 y 2 del dengue, pero es más limitada contra los tipos 3 y 4.

Fabián Correa Morales, subdirector del programa de Enfermedades Transmitidas por Vector del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), señaló que el estudio clínico del producto desarrollado por el laboratorio japonés se realizó cuando la circulación del serotipo 3 era muy baja y en la actualidad está presente en 85 por ciento de los casos de la infección en México, por lo que se carece de evidencia real sobre su eficacia contra esta cepa.

También el serotipo 4 registra una baja circulación con apenas uno por ciento del total de casos confirmados, pero potencialmente, en los siguientes años podría repuntar. No obstante, la información de la empresa farmacéutica indica que la vacuna de nombre comercial Qdenga, indicada para personas de 6 a 16 años de edad, demostró una eficacia general de 62 por ciento contra los cuatros serotipos del dengue y de 83.6 por ciento para evitar hospitalizaciones.

Tiene la ventaja de que se obtiene la protección, con independencia de si se ha tenido o no la enfermedad previamente. De ahí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó su utilización en los países endémicos.

Para la vacuna de Sanofi, en cambio, la Cofepris emitió en septiembre de 2023 un aviso de riesgo para su utilización y exhortó a médicos y usuarios a respetar las indicaciones autorizadas en el registro sanitario, esto es, aplicarla en individuos de 9 a 45 años de edad que vivan en zonas endémicas de dengue, siempre que previamente hayan tenido la infección.

Para ello, es necesario realizar pruebas de laboratorio a fin de confirmar que las personas han estado expuestas a alguno de los serotipos del virus, es decir, que tienen anticuerpos o vivan en zonas donde se haya comprobado una seroprevalencia de al menos 80 por ciento.

Contar con una vacuna segura, eficaz y de calidad podría representar una solución para los países de Asia, África y el continente americano, donde el dengue es endémico y viven 3 mil 800 millones de personas, de acuerdo con la OMS. A escala global, cada año se registran hasta 400 millones de casos del padecimiento.