Chilpancingo, Gro., Un grupo armado asesinó ayer a dos integrantes del Consejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (Cipog-EZ) cuando viajaban de la comunidad de Alcozacán, municipio de Chilapa de Álvarez, a la cabecera municipal para realizar compras.

La agresión se cometió en la carretera que comunica los municipios de Hueycantenango-Chilapa, cerca del entronque que conduce a la comunidad El Jagüey. Murieron María de Jesús Peza Margarito, de 43 años, y su ahijado, Alberto Verales Tepetitla, de 25, denunció Jesús Plácido Galindo, dirigente de la Cipog-EZ. Agregó que el ataque fue perpetrado por el grupo criminal Los Ardillos, cerca de un retén del Ejército y la Guardia Nacional.

La camioneta en que viajaban las víctimas presentaba varios impactos de bala en el parabrisas. Plácido Galindo indicó que Verales Tepetitla era promotor del Cipog-EZ en las comunidades nahuas de la región.

Peritos de la Fiscalía General del Estado, acompañados por elementos del Ejército y la Guardia Nacional, realizaron las diligencias de ley.

En el sexenio, 56 muertos y 23 desaparecidos

Plácido Galindo anunció que llevarán a cabo una asamblea para elaborar un plan de acción a fin de exigir al gobierno del estado, a cargo de la morenista Evelyn Salgado Pineda, que se esclarezcan los homicidios de miembros de esa organización indígena.

Afirmó también que de 2018 a 2024 al menos 56 militantes del Cipog-EZ y de la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF) han sido asesinados y 23 están desaparecidos.

Las comunidades indígenas han responsabilizado de estos crímenes a Los Ardillos, quienes operan en la Montaña alta y baja, la zona centro y la Costa Chica de Guerrero.

El pasado 15 de julio el Cipog-EZ denunció que su dirigente y otro compañero recibieron amenazas de muerte vía telefónica del número 747 1352147.

El Cipog-EZ responsabilizó a los tres niveles de gobierno de lo ocurrido ayer y de cualquier otra agresión a sus integrantes. ¿Para ellos Guerrero sólo es Acapulco? ¿Por qué tanto desprecio a nuestros territorios?