París. A ocho días de que comiencen los Juegos Olímpicos, cientos de policías aplican desde ayer fuertes restricciones de circulación en varias zonas del centro de París, además existen controles para acceder a las orillas del río Sena, el cual será el escenario de la ceremonia de apertura el viernes 26 de julio.

El tráfico en la capital francesa fue menos intenso que en días anteriores, con muchos conductores huyendo del centro de la ciudad para no verse afectados por las restricciones, así como el número de turistas, inferior al habitual en época estival.

Tanto vecinos como visitantes sólo podrán acceder a las llamadas zonas sensibles si muestran a la policía un código QR que demuestre que viven en esa región o que tienen una reservación de hotel o restaurante.

Nuestra clientela ha bajado 50 por ciento, lamentó Renaud, camarero del famoso café Les Deux Magots, ubicado frente al Museo del Louvre.

Normalmente habría gente haciendo cola en la puerta, añade apuntando hacia la terra-za del establecimiento, donde numerosas sillas están vacías.

Los organizadores ultimaban la instalación de sitios temporales en zonas icónicas de la capital, como la Torre Eiffel, los Inválidos o la plaza de la Concordia, que serán escenarios de pruebas durante la justa.

Las restricciones se unen a la puesta en marcha desde el pasado lunes de unos carri-les de circulación específicos para uso olímpico. Los Juegos no nos han traído más que miseria, aseguró Rabah Ouanes, taxis-ta de 53 años quien señala que desde abril el tránsito en la ciudad es espantoso por las diferentes obras de construcción. Tengo muchos clientes que abandonan su viaje al ver que no se puede ir a ninguna parte.

Perímetro gris

Además, este jueves entró en vigor en toda la ciudad la restricción de acceso a las orillas del Sena, con la instalación del perímetro gris, también llamado de Seguridad Interna y Lucha contra el Terrorismo (SILT).

Según un balance de la policía, 90 por ciento de los usuarios han podido ingresar a la zona, de los cuales 98 por ciento son personas con pase para los alrededor de las sedes olímpicas.

En las rejas instaladas frente al Museo del Louvre, cuatro gendarmes controlan el pase de acceso, en forma de código QR. Tras franquear la barrera, los visitantes deben someterse a un rápido registro corporal.