El empoderamiento de la mujer es el tema subyacente de Crasa urdimbre cósmica, exposición de Mariana Pereyra (CDMX, 1972), montada en el Centro Cultural Bella Época. El título también denomina la pieza principal, una gran instalación suspendida en el espacio galerístico, construida con carpetitas y mantelitos adquiridos de mujeres tejedoras que antes de la pandemia ofrecían sus productos en las banquetas de las calles adyacentes al Centro Cultural Casa Talavera, donde Pereyra imparte el taller de artes populares.

Explica: “Los diseños, el trabajo, el color de cada una, me parecieron hermosos. Empecé a comprar estas carpetas sin saber muy bien qué haría con ellas, hasta que se me ocurrió hacer este ensamblaje de módulos que, a su vez, hacen una composición según cómo los cuelgues –ya fue incluida en una exposición colectiva en la galería de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público–. Además, sus sombras se proyectan en la pared.

Se trata de hablar de las mujeres con una presencia fuerte en la sociedad. Las sombras, por su parte, representan a aquellas que se encuentran en situaciones de mucho mayor conflicto, aunque también dejan huella e inciden de forma más sutil.

A Mariana Pereyra le interesa retomar el arte popular mexicano, “dividido en tantas manifestaciones que rayan entre la manualidad y la artesanía, hasta las grandes creaciones; es decir, arte popular con motivos cosmogónicos y rituales, de importancia para alguna comunidad.

Existen muchos matices dentro del arte popular; sin embargo, habría que rescatar un poco de todo. Traer elementos hacia el arte contemporáneo y poner a dialogar los valores formales de color y composición, y materiales que podrían parecer humildes; no obstante, tienen aportes estéticos y técnicos de importancia que se pueden valorar en el arte contemporáneo, agregó.

El empleo de la palabra crasa en el título se refiere a “un posible dilema para muchos amantes del arte popular o académico, en lo que se refiere a un choque de gustos en cuanto a colores, composiciones y temas. Crasa en el sentido de algo cargado, barroco, que incluso podría estar en los límites del kitsch. Es una estética disruptiva, porque retoma mucho del arte popular”.

▲ La artista ante la pieza que da nombre a la exposición, Crasa urdimbre cósmica, realizada con carpetas y manteles artesanales.Foto Merry MacMasters

La instalación se complementa con seis cuadros de la serie Rayo, chaquira, granicera y chamoy, en los que Pereyra emplea materiales como chaquira y estambre sobre cera, bisutería, parches y algunos elementos del cómic y manga de anime, que representan “la parte visual de la cultura de masas y el consumo. Las llamo pinturas contemporáneas, aunque también podrían ser collages o ensambles”.

Pereyra empezó a investigar materiales relacionados con el arte popular hace 15 años. En 2011, en el Museo de Arte Popular, realizó una primera exposición con cuadros en los que empleaba el arte plumario, chaquira, lentejuelas y estambres sobre cera. Sus temas más abstractos y orgánicos, alusivos a la flora, pronto dieron lugar a un discurso más personal, en el que retomaba elementos de la cultura de masas.

Egresada de la ahora Facultad de Artes y Diseño, donde también cursó una maestría, con el tiempo la artista entró a dar clases en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, en la licenciatura de arte y patrimonio cultural. Para impartir la asignatura de artes populares, se preparó con artesanos, maestros en muchas técnicas. Quedó fascinada con el mundo del arte popular, que acabó mezclando en su obra.

Una de las paredes de la muestra se usa como el muro participativo Fiesta matronal, pieza procesal en la que intervienen artistas invitadas y público en general.

Crasa urdimbre cósmica concluye el 22 de julio en la galería del Centro Cultural Bella Época (Tamaulipas 202, colonia Hipódromo Condesa).