Con la obra La posibilidad de la ternura, a cargo de la compañía chilena Teatro La Re-Sentida, comenzó Fulgor: Encuentro Escénico con los Estados, que en esta primera versión reúne en varias sedes de la capital del país, hasta el 21 de julio, ocho proyectos de diversas entidades de la República Mexicana y de Chile, país invitado de honor.

La función inaugural aconteció en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde aquella pieza de dramaturgia colectiva, dirigida por Marco Layera y Carolina de la Maza, cimbró a la audiencia con sus planteamientos en torno a la construcción de la masculinidad en las sociedades contemporáneas.

En ella, siete adolescentes chilenos exponen su visión sobre lo que significa hoy día convertirse en hombres y propone maneras de resistir al mandato cultural que les impone desde su nacimiento ser agresivos, fuertes y autoritarios.

La puesta se desarrolla a lo largo de 80 minutos en medio de una iluminación muy tenue, en la que apenas se distinguen los rostros de los intérpretes. Una monumental pintura de la cacería de un mamut a manos de hombres primitivos, colocada en la parte posterior del escenario, es el único elemento escenográfico en ese cuestionamiento de los sinsentidos en los que está cimentada actualmente la masculinidad.

¿Por qué desde pequeños nos regalan armas de juguete y jugamos a matar y morir? ¿Por qué debemos actuar como nuestros padres, tíos y abuelos, si no deseamos hacerlo? ¿Por qué no podemos llorar, si algo nos conmueve o entristece? ¿Por qué tener un pene grande para ser exitosos?, se preguntan los protagonistas.

En la segunda y última parte de la obra, ese lienzo caerá y dejará en su lugar cuatro reflectores de pie cuya fuerte luz dirigida a la sala resultará incómoda, molesta para el público, acaso como para recalcar que esos hombres primitivos de la pintura se encuentran aún presentes entre nosotros.

Teatro de sombras, parlamentos, pantomimas y coreografías por momentos burdas, con un fondo musical que va de lo tribal a la canción Material Girl, de Madonna, son los recursos mediante los cuales ese conjunto de seres que apenas han dejado la niñez evidencian los estereotipos e inquiere por qué, para sobrevivir, deben comportarse como trogloditas.

Los adolescentes recuerdan a la audiencia las atrocidades de las que son capaces grupos similares al que ellos conforman, como aquél que en 2020 violó en Alemania a una niña de 15 años, o el que en 2017 apedreó en Argentina a una pareja de hombres que iba de la mano, o ese otro que en Chile, en 2014, amarró a las patas de un perro un paquete de petardos al que prendió fuego y videograbó mientras ardía.

Dirigiéndose al público, remarcan que llegaron al mundo de manera inocente e increpan: son ustedes los que nos han enseñado que nuestras manos deben expresar poder en lugar de tener ternura, de hacer dormir a un bebé, de curar una herida, de acariciar o temblar libremente cuando se tiene miedo.

Para concluir, reivindican su derecho a deshacerse de tal armadura y “dejar libre esa ternura que es tan frágil que nadie puede oponerse a esa frágil rebeldía (…) Si creen que llorar es de débiles, seremos los más débiles de los débiles”.

Organizado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, el encuentro Fulgor busca impulsar el talento escénico de otros estados del país. En esta primera edición, está enfocado a Baja California, Guanajuato, Jalisco, San Luis Potosí, Campeche y estado de México.

Su propósito es llamar a un diálogo intergeneracional dirigido a varios públicos, desde infancias hasta adultos mayores, mediante temas como las nuevas masculinidades, el reconocimiento del amor queer, la desaparición forzada, la autopercepción de las mujeres mayores, la economía familiar y la identidad de género.

Las sedes son el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el Faro Cosmos, la plaza Manuel Tolsá, la biblioteca Vasconcelos, la clínica Condesa y una intervención en la alcaldía Milpa Alta.

La programación puede consultarse en la cartelera de la Ciudad de México (https://cartelera.cdmx.gob.mx/) y las redes sociales de la secretaría.