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Mural de Vlady inspira la novela Ficción de la inocencia
 
Periódico La Jornada
Sábado 13 de julio de 2024, p. 5

La inocencia terrorista, fragmento del mural monumental Las revoluciones y los elementos, de Vladimir Kibálchich, Vlady, pintado en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, inspiró a Ángel Aurelio González Amozorrutia, especialista en archivos y gestión cultural, a escribir su primera novela.

Ficción de la inocencia (Ediciones Odradek, 2024) recrea dos historias: la de un hombre que observa a una joven que contempla dicho mural, en el que el pintor, a su vez se autorretrata mirando el cuerpo desnudo de una muchacha con el rostro velado y una pistola oculta tras la espalda. La otra historia es la del modelo del muralista, integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, ultimada en Ciudad Universitaria (CU) por un comando armado de la Brigada Blanca.

Esta novela no es un documento histórico, sino un relato que me permitió darme cuenta de cierto momento en el tiempo y una generación que participó en movimientos armados, aunque en paralelo había un contexto en que el arte nunca dejó de ser parte fundamental, expresa el autor a La Jornada.

Al llegar a trabajar a la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada en 2001, González Amozorrutia quedó impresionado por la obra de Vlady (1920-20) en su conjunto, aunque en particular el fragmento La inocencia terrorista: Con el paso del tiempo, junto con el investigador Claudio Albertani, fuimos develando el origen que motivó a Vlady para realizarlo.

La obra pintada al óleo y temple se remite a la ejecución de Teresa Hernández Antonio, alias Alejandra, el 15 de junio de 1975 en el área verde, o jardines, conocido como las islas de CU, en domingo, durante una exposición canina. La noticia impactó profundamente a Vlady, al grado de que no sólo lo llevó al muro, sino que dejó testimonios en dibujos y en sus cuadernos”.

El artista comenzó a pintar Las revoluciones y los elementos en 1972 y lo terminó en 1982 con La inocencia terrorista. Siempre se pregunta si el pintor conoció a Alejandra. González Amozorrutia observa que el suyo no es un retrato fiel de ella. La modelo es otra. Vlady tomó la idea de esta figura porque se sintió identificado con la historia de su familia y el acercamiento con los movimientos. Sin embargo, realiza un tratamiento diferente al hecho mismo, una interpretación desde su punto de vista.

Por medio de la novela, el autor “reconstruye los personajes en un contexto sin romper radicalmente con los hechos históricos. No hago un relato literal del personaje de Alejandra –Tania, en el libro–, sino una interpretación literaria muy cercana a ella, algo posible dentro de una novela”.

Especialista en la Generación de La Ruptura y de la obra de Juan García Ponce, González Amozorrutia no quiso separar el contexto político, los movimientos armados, de la vida cultural del país que acontecía en paralelo. En los años 50 irrumpió la Generación de la Ruptura, en la que Vlady fue protagonista. De allí que introdujo en el texto figuras como Vicente Rojo, José Luis Cuevas, Juan José Gurrola, Roger von Gunten; incluso, el ambiente de la Casa del Lago, además de la obra literaria de García Ponce.

Las imágenes que acompañan al texto son de la fotógrafa Mónica McCumber. No lo ilustran, sino que equivalen a un discurso paralelo a la obra literaria, afirma el autor.

Ficción de la inocencia será presentado hoy a las 17 horas en la librería Bonilla (Miguel Ángel de Quevedo 477, Coyoacán).