Mundo
Ver día anteriorViernes 12 de julio de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Entrevista/ Gustavo Jalkh, Presidente del Instituto Iberoamericano de Justicia
En Ecuador, sólo un progresista reanudará relaciones con México

Es uno de los políticos con más posibilidades para remplazar al actual mandatario

Foto
▲ Gustavo Jalkh, de filiación correísta en el Movimiento Revolución Ciudadana, asegura que su país necesita dejar atrás a políticos neoliberales y retomar la justicia social.Foto tomada de la red social X
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Viernes 12 de julio de 2024, p. 27

Quito. El 9 de febrero se efectuarán las elecciones generales para renovar la Asamblea Nacional y escoger al remplazo del actual mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa. Entre los aspirantes presidenciales con más apoyo dentro de la primera fuerza política de este país andino, el Movimiento Revolución Ciudadana (MRC), está Gustavo Jalkh, quien hace una visita México en calidad de presidente del Instituto Iberoamericano de Justicia.

Jalkh es otro de los perseguidos por el régimen de Lenín Moreno: alrededor de 25 investigaciones de la Contraloría del Estado, sin sustento legal ni un final que lo haya inculpado, pero con eso –como con otros– se intentó inhabilitarlo políticamente y hostigarlo legalmente. Incluso, su nombre ya sonaba para la candidatura presidencial en los comicios de 2021. Ahora ha sido propuesto por varias personas. Es más, el ex presidente Rafael Correa, líder de MRC, lo ha señalado como uno de los presidenciables preferidos de su agrupación.

Durante su gestión como presidente de la Judicatura (2014-2018) se realizaron cambios estructurales en la aplicación de las leyes ecuatorianas (como la implementación de los juicios orales), además de la creación de instalaciones modernas y equipadas, que transformaron la administración judicial y la agilidad en los procesos penales y civiles.

Al ser consultado por La Jornada sobre la posibilidad de ser candidato presidencial de la organización más grande de su país, responde:

Lo que vive el país es una tragedia, heredada de los gobiernos de Lenín Moreno, el traidor Moreno; de Guillermo Lasso, el mentiroso, y de Daniel Noboa, el superficial. Frente a esa tragedia, de ese neoliberalismo, de ese Estado diminuto, todos debemos arrimar el hombro en el espacio que tengamos, ya sea en el campo privado, académico, en la arena política. Y si a uno lo invitan a opinar sobre lo que pasa en el país, creo que hay que hacerlo y a partir de ahí se ha suscitado un entusiasmo en algunas bases de la Revolución Ciudadana y me han hecho el honor de ubicarme en una lista de compañeros, de compañeras, que podrían abrazar una causa para enrumbar a Ecuador.

Hasta ahora, en varias encuestas, disputa junto con su coidearia Luisa González las preferencias dentro de su movimiento y a nivel nacional. Con 57 años de edad, se considera humanista, progresista y de izquierda, con la madurez política y la experiencia gubernamental para el ejercicio del cargo más importante. Él fue el creador del Ministerio de Justicia en 2007, luego fue ministro del Interior (2010) y secretario de la Presidencia entre 2011 y 2014.

–¿Te gustaría ser presidente de la República de Ecuador? No digo candidato, digo presidente.

–Esta aspiración es un honor. Cómo no representar a tu país y verlo además no como un fin en sí mismo. Un cargo público no es un fin, es un medio para transformar la realidad que tú miras alrededor y que no te gusta. Quieres que haya justicia social, que disminuyan las indecentes desigualdades ciudadanas, que se manejen los fondos públicos con transparencia, que la prioridad sean los sectores más desprotegidos y que la clase media también se fortalezca. Pero, sobre todo, que el Estado no esté capturado por intereses corporativos diminutos, económicos, para procurar a la clase privilegiada, que el Estado no solamente gestione para la parte más alta de la pirámide social y que a la clase media y a la más desprotegidas no les llega la política pública.

–¿Y si la opción es ser vicepresidente de Ecuador?

–Uno tiene que estar donde más útil pueda ser. Y esa es la gran diferencia con otros institutos políticos. Hay candidatos sin partidos, partidos sin candidatos. Para mí es simplemente un honor donde pueda servir porque, por cierto, MRC tiene una idea clara del país que quiere construir. Tiene un concepto concreto del bien común y que la política pública sea solidaria y eficaz.

–Si fueses presidente, ¿cómo resolverías el diferendo con México?

–Bueno, es un problema muy serio. Lo que hizo el gobierno de Noboa no tiene precedente en la historia de las relaciones internacionales. A escala mundial, la solución pacífica de conflictos se maneja por la vía diplomática o de las jurisdicciones internacionales. Temo que Ecuador tiene un muy mal pronóstico y puede haber sanciones muy graves.

–México ha solicitado sus disculpas y la no repetición de allanamiento a su sede diplomática.

–A eso voy. Para eso se necesita un cambio de gobierno. Con el de Noboa no será posible restablecer diplomáticamente las relaciones con México. Con una nueva administración, y sobre todo con una de orden progresista, puede haber un diálogo fraterno, que permita, justamente, restablecer las relaciones diplomáticas y que pueda hacer también que a nivel jurisdiccional ojalá esas acciones se desista en función de un real compromiso del Ecuador y de México de llevar a cabo una relación de realmente de hermandad de mutuo respeto y de igualdad jurídica, como establecen las normas internacionales.