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Cuestiona artista nuestros mitos fundacionales en un contexto de globalización
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▲ Obra incluida en la exposición In celicayotl in itzmolincayotl, de Santiago Robles BonfilFoto cortesía del artista
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▲ Santiago Robles Bonfil, egresado de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM.Foto cortesía del artista
 
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de julio de 2024, p. 2

La exposición In celicayotl in itzmolincayotl, de Santiago Robles Bonfil (Ciudad de México, 1984), conjunta cuestionamientos sobre la interpretación de mitos fundacionales de nuestra sociedad en un contexto de capitalismo tardío o de globalización. Instalada en la Universidad Autónoma de Chapingo, junto a murales sobre justicia social y el campo mexicano plasmados hace un siglo por Diego Rivera y Xavier Guerrero, reflexiona alrededor de las raíces prehispánicas, las tradiciones y la relación con la milpa.

Las obras en el Museo Nacional de Agricultura en esa casa de estudios hacen una revisión de la última década de producción del artista. Se presentan unas 40 piezas, entre las que se incluye dibujo, pintura, grabado, cerámica, un códice y retablos elaborados con granos de maíz y tintes prehispánicos. El título traducido del náhuatl significa La frescura, la germinación.

Es una antología breve, pero muy consistente comienza con obras de 2014 y concluye con algunas que terminé hace unas semanas en el taller de grabado del Complejo Cultural Los Pinos, son unas litografías que tratan sobre el tema del maíz, señala Santiago Robles en una conversación con motivo de esta retrospectiva.

Sobre todo, lo que considero particular de esta muestra es que se encuentran materiales utilizados desde la época prehispánica, como los tintes de añil, grana cochinilla o pericón, con los que se hicieron murales en las pirámides o los propios códices, junto con otros materiales en términos generales mucho más modernos, como la pintura al óleo o el acrílico.

En su opinión, para los mexicanos el campo es fundamental. No sólo somos el centro de una gran diversidad de maíz en el mundo, sino que como parte de la milpa destaca el jitomate, la calabaza y una gran variedad de alimentos, dice el artista egresado de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La capilla del casco de la antigua hacienda ostenta el mural Canto a la Tierra, que Diego Rivera (1886-1957) plasmó sobre sus muros y techos, es como la Sixtina, pero revolucionaria, donde expresó el tema de la justicia social en el sector rural. Estas obras en el edificio del siglo XVII fueron comisionadas cuando a principios del siglo pasado la escuela de agricultura se trasladó a Texcoco.

El entonces joven artista Xavier Guerrero (1896-1974), un pionero del movimiento muralista, realizó su propia obra en esta escuela, entre 1923 y 1927. En dos murales hizo alusión al capitalismo y la justicia social, mientras en nueve plafones, así como 11 tableros y grisallas, incluyó símbolos socialistas, de la masonería, junto con ángeles y nubes. Mucha de su obra desapareció, pero una de las mejores colecciones de este artista coahuilense se encuentra en la Universidad Autónoma de Chapingo.

Santiago Robles, quien solía visitar la universidad con frecuencia para admirar las obras, asegura que cuando recibió la invitación para presentar su trabajo pensó que era el lugar ideal.

Al lado del curador Christian Barragán se planteó que el montaje sostuviera un diálogo con los murales de Guerrero y Rivera, así como con la riqueza de la colección del Museo Nacional de Agricultura.

Fundado en 1987, el museo tiene la misión de conservar el acervo artístico y dar un panorama de la actividad más importante del pueblo mexicano a través de los siglos: la agricultura.

Además de albergar la escuela dedicada al campo, Texcoco tiene una historia profunda, que viene de mucho tiempo atrás. Ahí están los baños de Nezahualcóyotl, quien tenía un jardín botánico y un sistema hídrico para abastecer de agua a la ciudad. Además, los bergantines de Hernán Cortés que atacaron Tenochtitlan por el agua salieron desde el lago de Texcoco, enumera Robles Bonfil.

Este museo recoge nuestra relación milenaria con la milpa, nuestro sustento alimenticio y cultural; por ejemplo, nuestro calendario está basado en el ciclo de la milpa y las fiestas patronales.

El curador Christian Barragán detalla en el texto museístico que el arte creado por el artista mexicano ejerce la posibilidad de transitar de lo individual a lo comunitario, de lo propio a lo ajeno, del pasado al presente, de la ética a la estética. El potencial del arte practicado por él radica en la acción social, en ejercitarlo cotidianamente, en la complicidad del otro, en la disposición de conocer y reflejarse en los demás.

El Museo Nacional de Agricultura de la Universidad Autónoma de Chapingo se ubica en el kilómetro 38.5 de la carretera México-Texcoco Chapingo, en el estado de México, y se puede visitar de lunes a viernes de 10 a 15 horas; sábados y domingos, de 10 a 17 horas.