Harrisburg. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se enfrentó ayer a una creciente presión de sus compañeros demócratas preocupados por su candidatura, temores que trató de aliviar con paradas de campaña en el disputado estado de Pensilvania.

Biden, de 81 años, se enfrenta a crecientes llamados a poner fin a sus aspiraciones a la relección después de una actuación titubeante en el debate del 27 de junio con el republicano Donald Trump, de 78, planteó dudas sobre su capacidad para hacer el trabajo por otro periodo.

El mandatario demócrata recibió una calurosa bienvenida en una iglesia de afrodescendientes en Filadelfia y más tarde viajó a la capital de Pensilvania, Harrisburg, para un acto con integrantes de sindicatos. Los votantes afroestadunidenses son una parte fundamental de la base de apoyo de Biden y los últimos sondeos de opinión han mostrado que su apoyo se debilita.

Biden instó a sus simpatizantes a mantenerse unidos en torno a él en un apasionado servicio religioso en el que el obispo Louis Felton aludió a las enseñanzas bíblicas al destacar que nunca hay que descartar a José, y culpó a la envidia de intensificar la presión de algunos demócratas para que abandone su candidatura.

Al hablar a los feligreses de la Iglesia de Dios en Cristo de Mt Airy, en el noroeste de Filadelfia, Biden se rio de las preocupaciones sobre su edad y bromeando dijo: sé que aparento 40, pero llevo haciendo esto mucho tiempo.

En una reunión convocada ayer por el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, algunos demócratas afirmaron que Biden debería apartarse de la contienda, comentó a Reuters una fuente familiarizada con las conversaciones.

Jerrold Nadler, Adam Smith, Mark Takano y Joe Morelle, demócratas de alto rango de la Cámara baja que forman parte de los comités Judicial, Servicios Armados, Asuntos de Veteranos y Administración de la Cámara, fueron algunos de los que pidieron a Biden que se aparte, según algunos medios.

Los demócratas también sugirieron que la vicepresidenta Kamala Harris, considerada la que tiene más posibilidades de sustituir a Biden en las elecciones del 5 de noviembre si éste se retira, podría tener un buen desempeño.

Un integrante del Comité Nacional Demócrata de Florida, Alan Clendenin, se sumó ayer a los llamados a Biden a dar un paso al lado.

Este grupo ha apoyado firmemente a Biden desde sus tropiezos en el debate, por lo que cualquier deserción podría sugerir un agravamiento de la crisis. El presidente del comité, Jaime Harrison, afirmó ayer que Biden sigue siendo el candidato del partido. Las primarias han terminado.

Se espera que la presión del Congreso aumente en los próximos días a medida que los legisladores regresen a Washington tras un receso por el 4 de julio y los donantes decidan si quieren financiar la campaña de Biden.

El senador Bernie Sanders, de 82 años, que ya ha aspirado a la candidatura demócrata a la presidencia en el pasado, se mantuvo firme en el bando de Biden al señalar que los demócratas deberían centrarse en la política. Esto no es un concurso de belleza, dijo en el programa Face the Nation, de la cadena CBS.