El hecho de que cada día sea más difícil conseguir un servicio de taxi rosa en la vía pública y mucha gente tenga que recurrir a los de aplicación, se debe a que de 2018 a la fecha se ha reducido su presencia y en la actualidad sólo un tercio de los taxis concesionados en la capital del país sigue operando bajo esa modalidad, aseguró Bruno González Hernández, presidente de la Alianza de Taxistas de la Ciudad de México.

Hasta antes de ese año, en la Ciudad de México estaban vigentes y trabajando 140 mil concesiones; para 2023 el número de concesionarios bajó a 60 mil, y este año disminuyó a 50 mil, aseveró.

Es por ello que ya no se ven taxis rosas en las calles, porque ya estamos trabajando a un tercio del padrón vehicular original.

Agregó que el declive para este gremio no para porque un taxi concesionario, en la Ciudad de México paga una tenencia que es más cara que la de un auto particular; además, paga la revista anual, dos verificaciones al año, una licencia para taxista, que cuesta 3 mil 800 pesos, y se tiene que renovar cada tres años.

Por otra parte, los taxis tienen que cubrir un seguro, que no es barato, cuesta alrededor de 20 mil pesos porque a nosotros nos piden amparar por 4 millones y medio de pesos en caso de accidente.

Blanco de robos

Otro requisito para los taxistas es renovar sus unidades cada 10 años, y al contar con vehículos más modernas son blanco de robos, y de placas, las cuales están ligadas a la concesión, indicó.

Otro problema es el tema de las fotomultas: Hay taxis que tienen acumuladas desde el inicio de la pandemia a la fecha un promedio de 80 mil pesos en multas.

Debido a todas estas situaciones, las concesiones han disminuido su valor; si hace seis años costaban alrededor de 80 mil pesos, hoy su precio es de entre 15 mil y 16 mil pesos; por ello, si un taxista debe 80 mil pesos en fotomultas, prefiere perder la concesión.

Para el gremio todos estos costosos trámites constituyen una sobrerregulación porque los taxis por aplicación, como Uber, Cabify, Didi o cualquier vehículo de aplicación extranjera, únicamente con su licencia tipo A, como la que obtiene cualquier automovilista, puede operar, puntualizó.

Desde la aparición de los servicios de taxis por aplicación el gremio ha pedido un trato similar, que nos bajen los impuestos, que nos apoyen en el tema de remplacamiento y que se lleve a cabo una amnistía en el de las fotomultas.