El problema de salud pública en torno a las adicciones es el tema de la serie Puerta de salida, que se estrena mañana en Canal Catorce. No se trata de asustar a nadie, sino de dar una esperanza y brindar soluciones alrededor del tema, dijo en entrevista con La Jornada la productora de los programas, Carmen Huete.

La realizadora añadió que si bien una adicción es una enfermedad que no tiene cura, hay muchos caminos que se pueden tomar para vivir sin tener que consumir, y consideró que el poder del testimonio es el instrumento para transmitir al televidente el lado humano de una realidad exacerbada en la sociedad.

Quisimos darle un poco la vuelta a la narrativa que siempre se utiliza respecto a las adicciones y cómo se muestran. Quise quitarle esta parte estigmatizante, oscura, que claro que la tiene. Pero también creo que es importante mostrar la recuperación, hablar desde ese lado porque hay una manera de salir adelante, reiteró.

Uno de los casos que se presentan en la serie es el de una sobreviviente de una sustancia tan fuerte como es el fentanilo, pero también se presentan historias en torno a la adicción alimentaria, compras compulsivas, neurosis, codependencia (dependencia hacia las personas), además a la cocaína, el alcohol y el cristal, toda esta serie de sustancias que están en la calle.

Huete observa que es una realidad muy dura y hay que abordarla como todos esos casos que existen. Como sociedad nos deberíamos comprometer a hacer algo, pues cada vez hay más jóvenes, por no decir niños, que tienen un consumo ya fuera de lo recreativo, además de los contextos que nos aquejan, como son la violencia y la delincuencia organizada.

Mañana a las 21:30 horas se lanzará el primero de seis capítulos que se emitirán de manera semanal para conocer el relato de cada uno de los protagonistas.

Hay secciones, invitados, y de alguna manera contacto del mundo exterior, detalló la productora. Si bien se buscó teatralizar la realidad y simular un grupo de autoayuda, Puerta de salida no pretende dar datos, porcentajes o hablar de cuestiones médicas. Se trata de ser partícipe de este tipo de sesiones en que cada quien habla de su propia experiencia.

Van a ver que cada uno tiene distintos caminos para su recuperación, pues algunos acudieron a la religión, otros a grupos de 12 pasos; hay clínicas, anexos y toda la variedad que existen para recuperarse, detalló Carmen.

La creadora destacó que justo aquí no hay juicios. Sí se habla de vidas muy duras, procesos muy complicados, pero se le da la vuelta a eso. Las seis personas que acudieron ante la cámara viven en recuperación y tienen vidas que no llegaron a imaginar.

Anteriormente Carmen Huete realizó junto con el equipo de Canal Catorce la serie Cartas para la libertad, con el que dio un espacio de comunicación a varias reclusas que cumplen condena en Santa Martha Acatitla. Estas historias generaron gran éxito, y la audiencia quiere ver más casos, por lo que adelantó que ya se prepara una segunda temporada, que se extenderá hasta otros centros penitenciarios, porque muchas quieren contar sus vivencias, ya que se ha tenido repercusión jurídica y conseguido libertad a varias de ellas. Tengo la sensación de que todavía hay mucho que hacer en el tema de mujeres en prisión.

Además muchos de los televidentes quieren apoyar porque se ha creado una red alrededor muy bonita, la gente recibió a estas mujeres, les dan seguimiento, preguntan y mandan cartas. Con el nuevo programa también se podrá mantener contacto gracias a las redes sociales, tanto del canal, como el de la productora, quien trata de responder a los que acuden en busca de ayuda.

En su opinión, se ha demostrado que la televisión pública permite llevar hasta el espectador contenidos de calidad, sin presupuestos carísimos y que cuando se ve el resultado en la pantalla se justifican los costos, sin sospechar de fugas dinero en los medios públicos.

Destacó el caso de Canal Catorce, el cual pertenece al Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, donde se promueve la creación de entretenimiento con causa. Consideró que no solamente se brinda información a los televidentes, “sino que se hacen producciones que acercan a la gente, se permiten exponer voces distintas y contar historias de otra manera, por lo que han sido bien recibidas. Ha sido un viaje extraordinario trabajar con los directivos Jenaro Villamil y Sandra Ortega, porque Cartas para la libertad y Puerta de salida muestran esta apertura y ganas de hacer contenidos sobre temas centrales que está viviendo la sociedad, y me permiten hacerlo de una manera más arriesgada, diferente, echando mano de recursos de producción más interesantes”.

El nuevo proyecto de Carmen Huete “cambia de alguna manera respecto de Cartas para la libertad, pero tiene un punto de encuentro que es el poder del testimonio, al permitir que las personas se expresen, no desde el juicio que ocurre cuando se interpreta cómo se vive en la cárcel o se asume cómo vive un adicto. Es una voz personal la que permite al espectador acercarse a estas circunstancias.

Creo que es casi imposible no empatizar cuando es la persona quien te cuenta su historia, y te dice qué es lo que pasó, lo que ha vivido y cuáles son las repercusiones con su familia, amigos y personas cercanas. En el tema de las reclusas, ellas tenían mucho miedo de cómo iban a ser recibidas por el estigma, pero la manera en que les permitimos contar su historia provocó ese efecto de sensibilización y humanidad.