Puebla, Pue., Rafael Micalco, líder de los diputados locales del PAN y quien dirigió a ese instituto político en la entidad en 2006, aseveró que Felipe Calderón hizo uso de la Presidencia para proteger al entonces gobernador Mario Marín, en el caso de tortura contra la periodista Lydia Cacho, que hoy tiene al priísta en prisión.

Incluso, dijo que Calderón solicitó a los legisladores del blanquiazul que coincidieron con esa administración estatal del PRI avalar en el Congreso de Puebla las cuentas públicas marinistas.

De esta manera, Micalco respondió a las críticas que el ex Presidente realizó en la red social X contra los panistas por perder la elección del 2 de junio pasado, situación que Calderón atribuyó a que no defendieron a los gobiernos emanados de Acción Nacional, incluido el sexenio que encabezó de 2006 a 2012.

Rafael Micalco contestó a los comentarios del ex mandatario federal en esa misma red social y lo acusó de no tener calidad moral para criticar al PAN luego de que tejió pactos contrarios a los intereses de Acción Nacional a lo largo de su gestión.

En 2007 pactaste con Mario Marín el caso de Lydia Cacho y dejaste al PAN poblano a su suerte, a través de tu secretario de Gobernación me pediste votar a favor de las cuentas de Marín y te mandamos al diablo, no tienes cara, reclamó.

Acusó también al político michoacano de pactar con el priísta Enrique Peña Nieto la elección presidencial de 2012, para dar la espalda a la candidata panista Josefina Vázquez Mota y garantizar el regreso del PRI al Ejecutivo federal.

Micalco fue el líder de la oposición en el sexenio marinista, ya que fungió como presidente del Comité Directivo Estatal del PAN de 2006 a 2009, es decir, la primera mitad del sexenio calderonista, y formó parte del Congreso poblano como diputado local de 2005 a 2008.

El escándalo Marín-Cacho se desató el 14 de febrero de 2006, luego de que se hiciera público el contenido de unos audios en los que se escucha al conocido como góber precioso orquestar la detención de Lydia Cacho a petición del empresario Kamel Nacif, por denunciar una red de explotación infantil en Cancún.