Ni yo soy cacique, ni ella es pelele, enfatizó al presidente Andrés Manuel López Obrador para responder a la polémica generada en sectores de la oposición que aseguran que su virtual sucesora, Claudia Sheinbaum, debe pintar la raya del mandatario.

Ayer, en la mañanera, se le interrogó acerca de esta controversia y remarcó que ambos son compañeros y coincidimos porque defendemos la transformación que hemos iniciado millones de mexicanos.

Señaló que sus adversarios son muy obvios, y su intención es que Sheinbaum y él peleen.

“Por eso hablan de ‘pintar la raya’. Se olvidan de que la raya está pintada porque la Constitución establece que el Presidente de México, la Presidenta de México, es electa por el pueblo y entra en funciones desde pasadas las 12 de la noche del último día de septiembre de este año y yo paso a ser un ciudadano y ella se convierte en el titular del Ejecutivo.”

Hace unos días, la futura presidenta enfatizó que pintar la raya con López Obrador sería pintar la raya con el pueblo de México, lo que, afirmó, nunca haría.

Remarcó que Sheinbaum va a representar al pueblo de México y estoy seguro de que lo va a hacer con mucha dignidad.

Una vez más, refirió que cuando culmine la ceremonia de entrega de la banda presidencial –el 1º de octubre– se retirará de la vida pública para escribir un libro sobre la vida del México prehispánico.

A pregunta expresa, reiteró lo que hace unos días mencionó: sólo respondería un llamado de su sucesora y de nadie más. Si mi presidenta algún día quiere verme, claro que la vería, pero no va a hacer falta, porque ella tiene mucha capacidad para enfrentar cualquier adversidad.

Sobre los reclamos que protagonizaron la víspera el ex presidente Felipe Calderón y el líder nacional del PAN, Marko Cortés, acusándose mutuamente de la debacle electoral del blanquiazul, el mandatario sólo comentó que “es un pleito de cúpula, lo puedo resumir en una frase coloquial: ‘cuando se reparte mal el botín, hay motín’”.

También se dijo dispuesto a que, en caso de que se requiera, se le investigue, ante lo que no pediría intercesión de nadie para su defensa. No tengo nada que temer.

Negó además los rumores sobre una posible separación de su compañera Beatriz Gutiérrez. Se habla de que ya nos vamos a divorciar y no es cierto. Lo que pasa es que yo me voy a Palenque, Jesús (su hijo menor) va terminar la preparatoria y va entrar a la universidad, y ellos se van a quedar a vivir aquí (en la Ciudad de México) y yo voy estar visitándolos y van a estar ellos visitándome. Los viajes, dijo, los hará por carretera.

Auguró que durante su retiro en su quinta de Palenque su salud mejorará, pues “me acaban de cambiar el motor… voy a mejorar mucho, si ahora estoy entero, bateando arriba de 300”.