Tirana. Miles de personas presentaron sus últimos respetos a Ismail Kadaré en un funeral de Estado celebrado en Tirana, Albania, el miércoles, con un minuto de silencio en todo el país en memoria del renombrado novelista y poeta albanés que murió a principios de esta semana.

El ataúd de Kadaré, rodeado de agentes de la Guardia Nacional, yacía en el vestíbulo de entrada del Teatro de Ópera y Ballet en la céntrica plaza Skanderbeg de la capital mientras se recitaban sus poemas de fondo.

Llegó, escribió y se fue, dijo el primer ministro Edi Rama durante la ceremonia, y agregó que Kadaré había puesto la literatura albanesa en el panteón de las letras del mundo.

Cuando su ataúd salió de la sala, la multitud afuera en la Plaza Skanderbeg aplaudió y arrojó flores.

Se han declarado dos días de luto en Albania, donde las banderas ondearon a media asta en todo el país. El vecino Kosovo, con una población predominantemente de la etnia albanesa, también declaró el miércoles un día de luto. Funcionarios de Kosovo y la vecina Macedonia del Norte, que tiene una considerable minoría étnica albanesa, asistieron a la ceremonia fúnebre.

Ismail Kadaré siempre será recordado como un promotor del orgullo nacional, dijo el presidente de Kosovo, Bajram Begaj.

Kadaré fue enterrado en un funeral privado al que asistieron miembros de su familia después de la ceremonia fúnebre.