Jueves 4 de julio de 2024, p. 2
El escritor y editor Franco Félix (Hermosillo, 1981) ganó el Premio Bellas Artes de Ensayo Literario Malcolm Lowry 2024 por el texto El ingeniero que huyó por la ventana: Pynchon en México (1962-964), informó el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
El jurado sostuvo que el texto ganador es original, ya que conjunta ensayo literario con archivos, como cartas y fotografías; la estructura es clara, ágil y las reflexiones personales dialogan con la investigación
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El comité, integrado por la dramaturga Silvia A. Peláez, la ensayista Laura Sofía Rivero y el académico Delmar Méndez, consideró que las cavilaciones en torno al anonimato y la vida íntima fuera de foco público de Pynchon apuntan a una valoración más amplia sobre los retos a los que nos enfrentamos en un tiempo tan mediático como el nuestro
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El narrador mexicano habló con La Jornada sobre el escrito que aborda la experiencia de Thomas Pynchon durante su estadía en México, por esos años en que su carrera despegaría como un cohete. El ensayo, además, reflexiona sobre la obsesión que tenemos por la falta de imágenes suyas, como si al escapar de toda simbolización el escritor se inscribiera en lo real
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Félix se dijo muy emocionado de que hayan premiado su ensayo “porque estoy seguro que su publicación acercará a un par de lectores a este autor tan imprescindible, complejo y divertido. Pynchon ha leído a México en novelas como Against the Day (2006), yo creo que ya es hora de que lo leamos a él”.
Añadió que uno de los atributos más llamativos del autor estadunidense es su ausencia de la esfera pública y la inexistencia de fotografías suyas desde que era muy joven. Sobre este asunto, Félix comentó que la falta de retratos o entrevistas permite que lo inasible, aquello que no puede ser capturado, tienda a ser más importante en la literatura, aquello que en su invisibilidad protagoniza el gran relato humano
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Franco Félix es autor de los títulos Kafka en traje de baño y Los gatos de Schrödinger, que mezcla elementos tan disímiles como el sicoanálisis y el teatro del absurdo.
El cronista mexicano reflexionó si somos lo que representa nuestro cuerpo o aquello que éste percibe: Si aceptamos que somos el cuerpo representado, nos objetivizamos, nos convertimos en una cosa. No podemos ser nuestras fotos, nunca, y eso lo deja claro Pynchon en su escritura, donde está lo verdaderamente importante
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Félix refirió que todo el trabajo de investigación de su libro derivó de varias cartas que Pynchon escribió en la Ciudad de México y Guanajuato. “A través de una reconstrucción especulativa realizo trazos y conexiones entre la experiencia mexicana y algunos de sus libros.
Los lectores de México se llevarían una grata sorpresa si leyeran al estadunidense. Todavía se pueden hacer un montón de cosas a nivel de formato y contenido. Lo que falta son lectores de Pynchon para generar escrituras que no se han dado.