Miércoles 3 de julio de 2024, p. 30
La violencia en Chiapas se generó por la disputa de rutas de trasiego de drogas y tráfico de migrantes entre los cárteles Jalisco Nueva generación (CJNG) y de Sinaloa desde 2021.
Fuentes del gabinete de seguridad señalaron que la frontera entre México y Guatemala ha sido alterada por la violencia que provocan la organización guatemalteca identificadas como Los Huistes, tras romper con el cártel de Sinaloa y unirse al CJNG.
La disputa también ha causado el surgimiento de nuevos grupos, tanto en ese país como en Chiapas, que colaboran con los criminales de Sinaloa para retomar el control de rutas.
Enfrentamientos, secuestros y extorsiones han afectado al menos a 14 municipios chiapanecos donde hasta 2021 no se reportaban ejecuciones ni enfrentamientos armados, que han generado desplazamientos forzados de habitantes en los municipios de Frontera Comalapa, Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera, Motozintla, La Trinitaria, Villaflores, Berriozábal, Maravilla Tenejapa, Tapachula, Bellavista, Villa Corzo, Ángel Albino Corzo y Ocozocoautla, y se han extendido hasta Comitán, San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez, señalaron las fuentes consultadas.
Entre los cambios de líderes criminales en Guatemala destaca el de Juan José Cifuentes, quien tomó el control de Los Pochos, organización vinculada actualmente al cártel de Sinaloa creada por Érik Salvador Zúñiga Rodríguez, quien gobernó el municipio guatemalteco de Ayutla y falleció en 2020 en Estados Unidos, adonde había sido extraditado.
Infiltran a las fuerzas armadas
En mayo de 2023, el coronel Otto Fernando Godoy Cordón admitió durante su juicio en Estados Unidos que militares guatemaltecos colaboraban con el CJNG en el traslado de droga procedente de Colombia. En 2023 fueron detenidos 12 integrantes de las fuerzas armadas guatemaltecas que también participaban en el tráfico de drogas para el CJNG.
Los Huistes, organización surgida en la década de 1990 en Guatemala, colaboraba con Los Zetas. En la actualidad están asociados con el CJNG y se ha identificado como el líder de este grupo a Eugenio Darío Molina López. Las autoridades estadunidenses ofrecen una recompensa de 10 millones de dólares por datos que lleven a su captura.