El impacto del cambio de gobierno en los indicadores macroeconómicos de México será limitado y se anticipa que la administración encabezada por Claudia Sheinbaum realizará una consolidación fiscal gradual que impedirá la pérdida del grado de inversión ante las agencias calificadoras de riesgo, proyectó ayer lunes Citibanamex.

Al presentar un análisis sobre la situación financiera del país al cierre del segundo trimestre, la institución consideró que la incertidumbre y los mayores riesgos de observar escenarios negativos implican un deterioro de las variables financieras, así como un impacto desfavorable en la inversión, el crecimiento y las finanzas públicas.

México tendrá un impacto macroeconómico modesto, pero los márgenes de maniobra para lograr la consolidación fiscal, los cuales ya eran estrechos, disminuirán aún más, se lee en el documento.

Entre enero y abril los ingresos tuvieron un incremento anual de 2.4 por ciento en términos reales, pero están 4 mil millones de pesos por debajo de lo presupuestado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, principalmente por menores ingresos petroleros y una recaudación por debajo de la esperada.

Al mismo tiempo, en el primer trimestre el gasto público creció 18.8 por ciento en términos reales, la mayor cifra desde 1990, sólo comparable con el 15 por ciento anual de 2009 cuando se utilizó la política fiscal como medida contracíclica para amortiguar los efectos de la crisis financiera global.

El nuevo escenario macroeconómico tiene impactos ligeros sobre nuestras estimaciones de déficit público, debido a que los efectos negativos de un menor crecimiento y mayores tasas de interés se ven compensados en gran medida por los de un tipo de cambio más depreciado. Asimismo, prevé presiones para la estabilidad de las finanzas públicas en 2024 y 2025.