a mejor forma de evaluar el grado de solidez de un proceso de transformación es analizar el cambio de los sentidos comunes de una sociedad. Y en Colombia esta transformación se está produciendo.
Según la última encuesta de CELAG DATA (presencial, en todo el país y 2 mil 36 casos), la ciudadanía en su mayoría coincide con los ejes programáticos del cambio que ha venido proponiendo su presidente, Gustavo Petro.
En lo laboral, casi dos tercios están a favor de una reforma que mejore las condiciones de trabajo. En pensiones, este mismo porcentaje está a favor de una reforma que garantice que todos los colombianos tengan derecho a una pensión de vejez, aunque no hayan podido hacer los aportes. En salud, la mitad de la ciudadanía está de acuerdo con la decisión de que el Estado intervenga las EPS (40 por ciento estaría en contra). Con relación al precio de las tarifas energéticas, casi70 por ciento consideran que el Estado debe intervenir y regularlas. Y, por último, 63 por ciento creen que es mejor remplazar la explotación de petróleo y gas por energías renovables.
Petro está cerca de completar sus dos primeros años como presidente y sigue contando con un respaldo mayoritario a sus propuestas, a pesar de lo que pregonan ciertos medios de comunicación, que continúan disociados de lo que piensa la gente en la calle.
Esta es su mayor fortaleza para sostener ese nivel de aprobación notable sobre su gestión gubernamental (en general, en economía y en políticas sociales), y también en mantener una imagen positiva de 42 por ciento (que es de las más altas entre los presidentes latinoamericanos a estas alturas del mandato).
Este valor contrasta con la baja imagen positiva de todo el arco opositor. Uribe posee una imagen favorable de 28 por ciento (61 por ciento negativa); la periodista Vicky Dávila tiene una imagen positiva de 23 por ciento (47 por ciento negativa), y las senadoras María Fernanda Cabal y Paloma Valencia no llegan ni a 15 por ciento.
La única con más imagen positiva es la ex alcaldesa de Bogotá, Claudia López, con 31 por ciento, pero viene perdiendo fuelle desde hace tiempo.
La ciudadanía, cuando es consultada por cuál es la verdadera oposición al actual gobierno, sigue creyendo que es el uribismo (36 por ciento), seguido del poder económico (13 por ciento) y algunos medios de comunicación (12 por ciento).
Y, por último, es importante destacar otro aspecto crucial en relación con las formas de hacer oposición: la mayoría colombiana cree a Petro cuando éste afirma que hay sectores que están queriendo dar un golpe blando en su contra (52.7 por ciento).
En definitiva, la fortaleza del este proceso de cambio está en que sintoniza con demandas sustanciales de la sociedad.
*Doctor en Economía, director del CELAG