Beryl, el primer huracán de la temporada atlántica de 2024, avanzaba ayer hacia el sureste del Caribe, mientras se instaba a los residentes a ultimar preparativos antes de la llegada a tierra del extremadamente peligroso meteoro de categoría 4.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) advirtió que Beryl, que ayer se movía en el océano Atlántico a unos 400 kilómetros al sureste de Barbados, está creando una situación muy peligrosa y pidió a los habitantes de la región que atiendan las instrucciones de sus gobiernos y de la gestión de emergencias.

Ahora es un huracán de categoría 4 extremadamente peligroso, indicó el centro con sede en Miami, al señalar que se espera que el ojo de la tormenta llegue este lunes temprano a las islas de Barlovento, archipiélago que incluye Martinica, Santa Lucía y Granada, entre otras.

San Vicente y las Granadinas, así como Granada, corrían el mayor riesgo de encontrarse en el centro de la tormenta a partir de este lunes por la madrugada, agregó el NHC.

Beryl producirá vientos huracanados potencialmente catastróficos, marejadas ciclónicas potencialmente mortales y olas dañinas.

Barbados, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y Tobago están bajo alerta de huracán, mientras sobre Martinica, Dominica y Trinidad rige una advertencia por tormenta tropical.

En Bridgetown, la capital de Barbados, los automovilistas hacían fila en las gasolineras, mientras supermercados y tiendas de comestibles estaban abarrotados para adquirir alimentos, agua y otras provisiones, al tiempo que las autoridades y los habitantes de las islas caribeñas se preparaban para la llegada del huracán.

En Tobago se abrieron refugios, se cerraron las escuelas para este lunes y se cancelaron cirugías electivas en hospitales, de acuerdo con las autoridades.

Se espera que el huracán deje entre ocho y 15 centímetros de lluvia en Barbados y las islas de Barlovento, lo que según el NHC podría causar inundaciones repentinas en zonas vulnerables.

También se espera que grandes y peligrosas marejadas azoten las costas meridionales de Puerto Rico y La Española.

Es inusual que un huracán de gran intensidad aparezca tan pronto en la temporada del Atlántico, que va del 1º de junio al 30 de noviembre.

En mayo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos predijo una actividad ciclónica superior a la normal en el Atlántico para este año, en parte debido a unas temperaturas oceánicas cálidas casi récord.