La Liga Comunista 23 de Septiembre (LC23S) fue una de las dos organizaciones de lucha guerrillera más importantes en el país entre las décadas de 1960 y 1970, junto con el Partido de los Pobres, de Lucio Cabañas, sostuvo el historiador Enrique Condés Lara.

Entrevistado en torno a su libro La fundación de la Liga Comunista 23 de Septiembre, el investigador contó a La Jornada que la organización se fundó en la segunda mitad de marzo de 1973 y concluyó su existencia en abril de 1982.

Entre las organizaciones que se reunieron en la liga estuvieron los Procesos, ligados con un desprendimiento radical de Movimiento Estudiantil Profesional, católicos de la vertiente jesuita y de la Teología de la Liberación, que dieron el paso hacia la lucha armada, encabezados por Raúl Ramos Zavala e Ignacio Salas Obregón.

Movimientos golpeados

Otros grupos unificados fueron: Lacandones, que venían del espartaquismo, inspirado en José Revueltas; Guajiros, originarios de Chihuahua y encabezados por Diego Lucero; una parte del Frente Estudiantil Revolucionario (FER) de Guadalajara, y los Enfermos de Sinaloa, fracción de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Sinaloa.

También congregó los restos del núcleo que intentó tomar el Cuartel de Madera, en Chihuahua, en 1965, el Movimiento 23 de Septiembre, de donde la organización obtuvo el nombre. Una de las condiciones para entrar fue que le pusieran así y que la publicación de la organización se llamara Madera, mencionó Condés Lara.

“Se trata de movimiento que fueron golpeados. Lacandones tenía en ese momento decenas de presos en la cárcel. Igual el FER, pero en la prisión de Oblatos, en Guadalajara.

Los dirigentes y promotores iniciales de la unificación ya están muertos: Diego Lucero y Raúl Ramos Zavala, concluyó Enrique Condés Lara.