Un viaje antropológico, con un poco de musicología y, sobre todo, diversión, promete el ensamble RoManush con una función de jazz gitano que ofrecerá hoy en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart). El concierto, titulado RoManush Balkan & Jazz Manouche, contará con 10 músicos en escena y tendrá de invitada a Verania Luken, cantante que en su álbum Djangoliday (2020), junto con los hermanos Enrique y Federico Hülsz, fusiona el estilo de jazz gitano de Django Reinhardt con el estadunidense de Billie Holiday.

Gran parte del repertorio que maneja RoManush es el que tocaba el guitarrista franco-belga Django Reinhardt (1910-1953) con el violinista francés Stéphane Grappelli (1908-1997) y su Quintette du Hot Club de France. Por ejemplo, los temas Swing Gitan, Minor Swing, I’ve Found a New Baby y Them There Eyes.

El concierto del Cenart no sólo abarcará el género del jazz manouche (gitano, en francés), sino que ofrecerá una probadita grande de la música balcánica, expresa el violinista Miguel Amin. Eso, porque en la huida de los gitanos de India, a raíz de la invasión musulmana, se establecieron en la zona montañosa de los Balcanes porque, al mantenerse alejados de las ciudades, pudieron preservar la pureza de su raza, así como su cultura, explica Amin.

El ensamble RoManush se formó hace dos años y, además del violinista, lo integran los guitarristas David Puente, Hernán Alonso y Gerardo Olivares. Su nombre está cargado de simbología: RoMa, porque se reúnen a ensayar en la colonia Roma. La palabra rom también significa hombre y romi, mujer, mientras manush se refiere al término para gitano en francés. A lo largo de los siglos, los gitanos recibieron muchos nombres, como romaníes o cíngaros.

La influencia de Reinhardt

Amin creció escuchando la música de Reinhardt y su pareja musical Grappelli, y fue juntando su discografía. Django, recuerda, es admirado en todo el mundo y ejerció una influencia parecida a la de los grandes jazzistas estadunidenses. “Muchas personas siguen la técnica desarrollada por Reinhardt quien tuvo el infortunio de dañarse los tendones de dos dedos de su mano izquierda. Eso le hizo desarrollar una técnica especial, una digitación y manera de poner los acordes muy especial.

Mientras se recuperaba, llegó a escuchar a los jazzistas del momento, lo que lo llevó a fusionar la música gitana con el jazz, explica el violinista.

–Cuando el público escucha el término jazz gitano, ¿en qué piensa?

–Para mí, el público piensa en jazz, más que nada. Imagino que no tienen del todo claro qué es el manouche. Sin embargo, cuando oyen la música se acuerdan del bebop, del swing, del foxtrot y del dixieland. Dicen: ah, eso lo bailaba mi papá o mi abuela. Es una música más que nada instrumental.

En cierto momento el jazz manouche se vio afectado ante el surgimiento de las guitarras eléctricas y el rocanrol, que provocaron que desapareciera, asegura Amin. Ahora se retoma. A final de cuentas, era un tipo de producto que las personas utilizaban para bailar. El concierto promete ser dinámico y urbano.

El concierto RoManush Balkan & Jazz Manouche se efectuará hoy a las 13:30 horas, en el auditorio Blas Galindo, del Centro Nacional de las Artes (Río Churubusco 79, colonia Country Club).