Domingo 2 de junio de 2024, p. 7
Guadalajara, Jal., Jalisco llega a estos comicios con una competencia cerrada por la gubernatura y las alcaldías más importantes entre el gobernante Movimiento Ciudadano (MC) y la coalición Sigamos Haciendo Historia, que encabeza Morena. Los otrora oficialistas PAN y PRI fueron relegados a una lejana tercera opción.
Esta situación se atribuye a los programas sociales que impulsó el gobierno federal y un estilo rijoso de gobernar del mandatario estatal, Enrique Alfaro Ramírez, que al principio gustó a la ciudadanía, pero terminó por cansar, aunado a que no se solucionaron los problemas más sentidos de la población, como las desapariciones de personas (Jalisco ocupa el primer lugar nacional), la inseguridad pública en general y abasto de agua eficiente y potable.
Con el clero que pese a tenerlo prohibido llamó a votar contra el partido guinda y la sombra del crimen organizado en las zonas limítrofes del estado con Michoacán, Zacatecas, Guanajuato y Colima, hoy están convocadas a las urnas 6 millones 724 mil personas que integran el tercer padrón más grande del país, después del estado de México y la Ciudad de México.
Además de la gubernatura, se disputan 125 presidencias municipales y mil 231 regidurías, 38 diputaciones locales, 20 diputaciones federales y tres senadurías.
En MC consideran que la evangelización
realizada por cinco años por el presidente Andrés Manuel López Obrador y los programas sociales que aplicó influyeron para que la competencia electoral en Jalisco se cerrara entre el partido naranja y Sigamos Haciendo Historia, integrada por Morena y los partidos del Trabajo y Verde Ecologista de México, así como las fuerzas políticas locales Hagamos, integrado en su mayoría por el Grupo Universidad de Guadalajara, y Futuro, fundado por el ex diputado independiente Pedro Kumamoto. También fue un elemento que dejó a la coalición PAN, PRI y PRD alejada de toda posibilidad de triunfo en la gubernatura.
Descontento
Contra lo anterior, MC considera que existe un factor a su favor: la selección de candidatos a la mayoría de los puestos de elección popular que hizo Morena, que dejó insatisfechos a los grupos internos de larga trayectoria en la izquierda y fundadores del partido en Jalisco.
El método de encuestas no convenció e hizo que las candidaturas recayeran en personajes con poco arraigo en la izquierda, como Claudia Delgadillo, aspirante a gobernadora, con un pasado de toda su vida política en el PRI.
También es el caso de José María Martínez, ex militante y dirigente panista hasta su reciente incorporación a Morena, que le dio la candidatura a la presidencia municipal de Guadalajara; o de Pedro Kumamoto, quien tras declarar su rechazo a los partidos políticos, ahora busca en la coalición guinda ser el próximo alcalde de Zapopan.
Eso se repite en todos los municipios, en todas las planillas, en todos los distritos, dejando militantes de base de Morena que siguen muy molestos porque no los tomaron en cuenta
, remarcaron directivos de MC.
Según los naranjas, ese descontento se refleja en que no existe una estructura de Morena y sus partidos aliados que cubra territorialmente ni el estado ni la zona metropolitana de Guadalajara (ZMG), tanto durante las campañas como para este domingo de elecciones.
Fueron pocos los líderes tradicionales guindas a quienes se vio hacer trabajo de tierra, entre ellos estuvo Juan José Choco Hernandez, candidato a diputado federal por el distrito 8, quien sí logró movilizar a sus grupos de apoyo gracias a su pasado como líder sindical del Hospital Civil de Guadalajara.
En cambio, MC presume tener un ejército
repartido por todos los rincones del estado con por lo menos 40 mil simpatizantes y representantes de casilla, 8 mil de ellos sólo en la capital estatal y unos 20 mil en toda la ZMG, que incluye municipios como Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá.
Además la militancia de MC, según refieren sus líderes, entendió que la única manera de aspirar al triunfo era la unidad y por eso, desde el mandatario estatal hasta el último simpatizante aceptaron las candidaturas a la gubernatura de Pablo Lemus y a la Presidencia de Jorge Álvarez Máynez, con quien Alfaro Ramírez tuvo serias diferencias. Este último emitió algunas críticas cuando se dio a conocer quién sería el abanderado naranja.
En MC se reconoce que el carácter frontal del mandatario estatal gustó mucho a la ciudadanía al principio de su gestión en 2018 y 2019, pero se desgastó con el paso del tiempo.
Confianza
Mientras, en Morena, hay confianza en que el desgaste del gobierno de Alfaro Ramírez juegue a su favor y en que la candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum arrastre a los abanderados a la gubernatura y los otros puestos en disputa.
Contra lo que sugiere MC, destacan que no hay huelga de brazos caídos
entre la militancia guinda y que se ha hecho un intenso trabajo de tierra. Pero reconoce que su triunfo depende de que la ciudadanía salga a votar de manera masiva, sobre todo en aquellos distritos donde tiene presencia.
Afirman que se mantendrán vigilantes de una eventual intervención del gobierno del estado en los comicios, de las presiones de la jerarquía católica a los electores y la probable intromisión de la delincuencia organizada.
Sostiene que hay indicios de que la administración pública estatal buscará influir en la contienda con dádivas. Por la entrega de uniformes y vales para la compra de pintura, el partido guinda interpuso una queja ante la autoridad competente.
También recordaron que por presiones de la delincuencia renunció el aspirante a la alcaldía de Mazamitla y se cancelaron cinco de las 15 casillas de Jilotlán.