El día después: cambios urgentes
l tercer día de junio de 2024 no ha terminado. Aunque para muchos los datos proporcionados no cuentan una historia de muerte, los opositores han sufrido una derrota que arde más en lo más recóndito del orgullo prepotente que en las urnas.
Nadie podía esperar otra cosa. El Instituto Nacional Electoral levantó la alerta: la oposición, los partidos que la conforman, no lograron colocar representantes en las alrededor de 170 mil casillas instaladas en todo el país.
Esa situación, la falta de representantes, puede tener varias lecturas, pero una de ellas, manifiesta, es el poco interés que mostró la ciudadanía en cuidar los colores de la alianza de la derecha, y esa historia nos da cuenta de los resultados, sin duda.
Pero tampoco se puede pasar por alto algo que siempre estuvo ahí: los partidos se dieron por derrotados desde hace un buen rato. Su preocupación no era consolidar la fuerza partidista, sino menoscabar la fuerza del gobierno con base en una considerable cantidad de mentiras que terminaron destruyéndolos. Como se sabe, mucho veneno mata.
El descuido fue mayor, o mejor dicho: ni ellos buscaban apoyar a su candidata, a la que siempre despreciaron, así que para este tercer día de junio la reflexión nada tiene que ver con la derrota que ya estaba anunciada, sino con la reorganización de las fuerzas de derecha que han sido dañadas muy profundamente.
La pregunta ahora salta: ¿qué hacer ahora? El desprestigio de quienes encabezaron la lucha en contra de la 4T parece no tener remedio, pero por lo pronto no hay sustitutos, no se ven por ningún lado, aunque hay quien asegura que está por surgir una nueva camada.
En este renglón no hay que olvidar que la reorganización de los grupos políticos de derecha no son sólo una preocupación en estas tierras. El asunto es de orden internacional: desde Madrid en España o desde Miami en EU la búsqueda de personajes desquiciados, como el actual mandatario argentino Javier Milei, representa la estrategia.
Y es que rehacer lo político, lo social y lo que a las leyes corresponde en países tan dañados por la corrupción como México, no es cosa de unos días, de unos años. El daño fue profundo y las resistencias se blindaron con escudos legales que retrasan la transformación y que llevan a la desesperación a muchos sectores afectados que optan por ir en contra de ellos mismos en los momentos de elección.
Así, al tercer día del mes de junio se empezarán a operar cambios urgentes en la vida política del país; el mapa que dejó la elección habrá de poner las agujas de la brújula en la dirección que cada uno de los organismos requiera.
Seguramente habremos de vivir la redefinición de Morena, que posiblemente abandone la idea de ser sólo un movimiento pleno en contradicciones para convertirse en un partido de izquierda donde no quepan elementos altamente tóxicos como Javier Corral, por ejemplo.
Así pues, a partir de hoy, 3 de junio, tendremos que estar pendientes de todo lo que pase en nuestro entorno. Seguramente habrá sorpresas, algunas muy esperanzadoras que nos harán ver nuevos y mejores horizontes. Ya veremos.
De pasadita
De las muchas cosas importantes que habrá que ver luego de los comicios, la reconstrucción de los inmuebles destruidos por el sismo de 2017 deberá tener una importancia mayor y no sólo por lo necesario que resulta para las familias afectadas, sino porque hay muchos nombres involucrados en ello y no sólo de la oposición. Morena también tiene su historia.