unca como en esta elección presidencial, a seis días de la jornada electoral, habían estado tan claras las dos rutas alternativas para México: profundizar la transformación social en marcha, con Claudia Sheinbaum, candidata del bloque de centroizquierda, o restaurar el modelo neoliberal que extendió la pobreza, agudizó la desigualdad y excluyó a más de la mitad de los mexicanos del desarrollo, con Xóchitl Gálvez, la candidata de una derecha elitista, vociferante y vacía.
La principal lección de los tres debates presidenciales y de unas campañas a punto de fenecer, fue el contraste entre un proyecto de nación que busca profundizar la justicia distributiva, llevar más lejos las conquistas sociales, aún con un gran trecho por recorrer, y otro proyecto de regresión elitista, un modelo clasista y excluyente, hostil hacia los programas sociales y en general todo gasto público con sentido social.
Seguir apostando a un modelo de soberanía económica, haciendo causa común con nuestros principales socios comerciales del norte, pero sin subordinación al más fuerte, y sin olvidarse del sur hispano, o reinstalar el discurso de no ahuyentar a las inversiones
y ceder ante el poder económico trasnacional, cuyas puertas fueron tocadas por la candidata de la derecha, auspiciando el intervencionismo foráneo, aun antes de iniciar sus recorridos en el territorio nacional.
No nos dejen solos, porque los mexicanos no podemos garantizarnos a nosotros mismos procesos pulcros, objetivos y creíbles, resume la principal bandera de la candidata del PAN, los restos del PRI y las expresiones que permanecen en el PRD.
Afirmar la soberanía nacional, fortalecer la voz de México en el mundo, y apostar todo a la capacidad de los mexicanos para regir su propio destino, es la opción que plantea la candidata de la coalición Morena-PVEM-PT.
Pero afirmar esa soberanía no en términos discursivos, sino a partir de un país que desmonte totalmente las estructuras que prohijaron desigualdad social y desequilibrio regional. Por eso, el principal tema de gobierno de Claudia Sheinbaum, de los cinco ejes que articulan su propuesta global, se llama Economía con orientación social del gasto y aumento del salario mínimo
, que consiste en mantener la política de orientación social del gasto en la administración pública para priorizar recursos, garantizar políticas sociales, coadyuvar al combate a la pobreza y erradicar la desigualdad
.
De esta manera, se preservarán los programas y proyectos de esta administración federal, como la pensión para adultos mayores, las becas para los jóvenes, proyectos de infraestructura, entre otros, e impulsar y constitucionalizar nuevos programas sociales, como el apoyo a las mujeres de 60 a 64 años.
Además, continuar aumentando el salario mínimo para que en los siguientes años tenga un aumento por lo menos de 11 por ciento anual. Como hemos expuesto en este mismo espacio de opinión, durante el actual gobierno, el salario mínimo ha tenido seis aumentos, que se han traducido en un incremento al salario real de 110 por ciento, el mayor entre los países de América Latina y el mayor aumento también entre los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
El segundo eje se denomina Educación gratuita y científica
, ella como doctora en Física, para hacer de México una potencia educativa, científica y de la innovación
. Su proyecto República educadora, humanista y científica
tiene como principal plataforma programática que todos los niveles educativos deben ser gratuitos para garantizar el desarrollo de un mejor país.
Entre las líneas concretas de acción, habrá becas universales para estudiantes de educación básica, salarios justos para docentes, fortalecimiento de la educación media superior y superior, así como la apertura de más espacios para el desarrollo de la cultura y de la ciencia.
El tercer eje es un tema sensible, propio de este tiempo de calentamiento global, Regulación del uso de agua
, por lo que el acceso universal al agua para el consumo humano será una prioridad de su gobierno, ya con un Plan Nacional Hídrico y una Ley de Aguas –que regula la explotación, uso, aprovechamiento de aguas, así como su distribución y control– para dar viabilidad a la propuesta temática.
El cuarto eje es el de una Transición energética: más energías renovables
, que impulsará las energías renovables y la eficiencia energética, así como la construcción de plantas fotovoltaicas, eólicas, hidráulicas, geotérmicas, hidrógeno verde, la promoción de paneles y calentadores solares en techos de las viviendas y comercios.
De esta manera, se reducirá el costo de la luz, el gas y México hará una contribución eficaz a la lucha mundial para encarar el cambio climático.
El quinto eje es República segura y con justicia
, atendiendo las causas subyacentes de la inseguridad, con un enfoque especial en la educación y el acceso a derechos para los jóvenes. Sin duda, un gran desafío y una asignatura pendiente de los mexicanos por décadas.
La decisión del 2 de junio será no la decantación de la voluntad popular entre tres candidatos. La decisión será profundizar lo avanzado o perder lo ganado, economía social y distributiva o neoliberalismo excluyente y clasista.