firme ante los infortunios
Lunes 27 de mayo de 2024, p. 4
Gloria Canedo Castro, socióloga de profesión y maestra en investigación educativa, halló en la literatura una herramienta poderosa para mantenerme firme ante los infortunios
, además de reflejar numerosas realidades
, entre ellas la desigualdad que han padecido las mujeres, la enfermedad y el desamor.
En entrevista con La Jornada, la también desarrolladora de proyectos, investigadora y educadora por más de 30 años, compartió detalles sobre su proceso creativo, así como su habilidad para expresar emociones complejas en sus obras, entre ellas la novela ¿Y si resulta? A lo que sigue pues (2021), y el libro de cuentos Pensamos que pasaría pronto (2023).
El cuento, la novela, el ensayo o la poesía nos ofrecen numerosas ventanas en las que podemos identificar o comprender una realidad nada homogénea para todos, porque depende del momento y la disposición al leer el texto, así como de lo que se cuenta entre líneas, incluso también de lo que se omite y te habría gustado añadir
, señaló la escritora.
“Uno de los episodios más espeluznantes para el mundo ocurrió en 2020, con la pandemia del nuevo coronavirus, cuyas afectaciones sembraron pobreza, temor y muerte. Dos de mis nueve hermanos tuvieron cirugías de alto riesgo, pero por fortuna la libraron; después cinco de ellos se contagiaron de covid-19. La primera pérdida cercana fue mi tía, mi mamá murió al año siguiente.
La situación empeoró, fuimos presas del pánico, pero nunca dejé de salir a la calle, porque realizaba las compras. Aun en esa situación documenté (con algo de ficción) lo que estaba pasando para contrarrestar la tristeza y, sobre todo, para no derrumbarme con la realidad.
Gloria Canedo (Puruagua, Guanajuato, 1963), arraigada en la Ciudad de México desde sus primeros días, ha participado en decenas de publicaciones dirigidas a estudiantes de educación primaria y secundaria, así como para la formación de docentes.
En 2021 lanzó la novela ¿Y si resulta? A lo que sigue pues, auspiciada por la editorial Strombus, cuya trama narra la vida de una mujer casada, profesional e independiente, que enfrenta una serie de vicisitudes y se cuestiona cómo seguir en una relación cuando no hay nada rescatable.
Dos años después, salió a la luz Pensamos que pasaría pronto (Trajín), articulado por un entramado de esperanzas y desilusiones, donde la solución de unos es el problema de otros, y no hay líneas rectas para que los protagonistas cumplan sus propósitos.
Mi postura es feminista. En el ámbito literario mi autocensura fue uno de mis mayores desafíos, pero poco a poco fui adquiriendo confianza. Desde siempre he admirado a las personas que sobresalen en el ámbito académico, cultural y artístico
, añadió la también promotora cultural, quien desde hace más de 20 años tuvo su primer contacto con las letras.
“No tengo una fórmula creativa. Sin embargo, ejercito mi vena literaria de manera individual, aunque también formo parte de un grupo de lectura. Por esa razón, mantengo en forma el oficio de plasmar ideas en la pantalla o en la hoja en blanco.
“En mi primer libro, Camino y no me veo, corro y no me alcanzo, logré reunir 11 relatos, cuyos protagonistas eran hombres. Ese trabajo sólo lo compartí con círculos muy cercanos, pero me sirvió para creer que podía seguir haciéndolo.
“No es una labor fácil, porque la escritura requiere práctica, leer mucho, darse un tiempo y regresar. En cada texto que hago, quito algunas frases y párrafos, hasta el momento en que quedo satisfecha.
En estos tiempos tan acelerados, es muy importante leer y promover las obras de los escritores contemporáneos, sin dejar de lado a los clásicos, por supuesto. Compartir diálogos con los lectores y atestiguar cómo perciben nuestras creaciones es un valor agregado invaluable
, concluyó Canedo Castro, quien trabaja en dos nuevas novelas.