Viernes 24 de mayo de 2024, p. 9
Las olas de calor producen estrés térmico, es decir, cuando el cuerpo no puede refrigerarse desencadena agotamiento o insolación, además de agravar enfermedades cardiovasculares, respiratorias y renales, así como problemas de salud mental, alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Desde el año pasado, el organismo de Naciones Unidas enfatizó que las olas de calor son un riesgo a la salud debido a los graves efectos que pueden ocasionar a la población, en particular a los más vulnerables, niños menores de seis años, personas adultas mayores y quienes enfrentan padecimientos crónico degenerativos, como la diabetes e hipertensión.
En las Américas, la Organización Panamericana de la Salud recordó que el calor es uno de los contaminantes físicos ambientales más frecuentes, lo que impacta principalmente a quienes deben laborar al aire libre o en condiciones climáticas extremas.
Ambos organismos destacan que los efectos adversos del calor sobre la salud pueden prevenirse con precauciones de sentido común, como permanecer en casa durante las horas más calurosas, si es posible, y mantenerse hidratado
.
Señalan que los gobiernos también deben mejorar la prevención y alertar de las olas de calor.
Los gobiernos pueden ayudar estableciendo sistemas de alerta temprana y respuesta, y planes de comunicación eficaces
, apunta.
Según la OMS y la Organización Mundial de Meteorología “no hay un consenso en la definición de ola de calor, sin embargo se entiende como un periodo inusualmente caliente, seco o húmedo, de día o de noche, que inicia y termina de forma abrupta, con una duración de por lo menos dos a tres días, con un impacto discernible en los seres humanos y los sistemas naturales
.